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TERAPIA DE HERMANOS

ÁNGELES GRINDELWALD

El camino a casa fue demasiado incómodo. Jasper y Lina de vez en cuando hablaban pero ellos sabían que algo pasaba entre Thom y yo. Al dejar de intentar continuar una conversación, el resto del camino se volvió silencioso.

Claramente me sentía muy culpable pero no le aplaudo la actitud que tuvo mi hermano al hablarme de esa manera. Los dos estuvimos mal pero en el fondo solo quería pedirle perdón y que olvidara ese estúpido periódico, aunque sabía que no lo iba hacer.

Ya estábamos esperando a que nos abrieran la puerta y como si hubieran leído mi mente, Sabrina nos abre con su hermosa sonrisa. No evité alegrarme de golpe, hace tiempo no la veía.

— ¡Sabrina! —me lancé abrazarla, ella me recibió con mucho amor para después empezar a jugar con mis mejillas— ¡Oye! —.

— Ya no eres tan cachetona como lo eras de pequeña —se ríe para después mirar a mi hermana pequeña y empezar a jugar con las mejillas de ella.

— ¡Duele Sabri! —Me reí, ella sí tenía muchos cachetes, me parecía gracioso verla así.

— Vamos a la mesa niños, sus padres los están esperando para cenar —.

Los lacayos recogieron nuestras maletas para llevarlas a nuestros cuartos mientras nosotros nos dirigíamos hacia la sala del comedor.

Y ahí estaban, mamá y papá en su máximo esplendor recibiéndonos con una sonrisa. Cada uno empezó a saludarlos y cuando ya lo
Hicimos, nos sentamos en la mesa y los lacayos empezaron a traer las deliciosas costillas ahumadas.

— Se ve que hasta voy a lamer el plato —Jasper se ríe con los demás menos Thomas y yo.

— Bueno, almenos así ayudas a lavar la loza hermanote —Lina habla mientras empieza a agarrar los cubiertos.

— Bueno, antes de hablar. Quisiera saber qué es esto... —Papá saca un periódico y sabía a dónde iba a ir esta conversación.

— Todo tiene una explicación Papá, te lo juro que yo no quería abrazarlo a él, Diggory me hizo una mala jugada porque al que quería abrazar era a Harry —.

— ¿Harry Potter? —asiento ante la pregunta de mi padre— ¿Eres amiga de Potter? —Vuelvo a sentir.

— Imagínate, hasta lo prefiere a él por encima de nosotros —Y después de un buen rato, Thom habla y claramente que no era para decir algo coherente.

— No te incumbe —.

— ¿Qué no? Es mi enemigo y tú te juntas con él Ángeles, claro que me
Incumbe —.

— ¡Harry es mi amigo Thomas! —Mi voz empieza a ser más fuerte y mi hermano suelta un golpe a la mesa y se para.

— ¡Y yo soy tu hermano! —.

— ¡Exacto! Lo eres y no sabes cuánto me duele que me estés tratando de esta manera por celos innecesarios —No podía explotar, no ahora. Tenía miedo de perder el control de nuevo y lastimar a mi hermano. Pero la decepcion se hacía presente en mi, lo amo con todas mis fuerzas pero no puedo creer que me esté tratando de esta manera.

ADDICTED BROWN EYES M.R.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora