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SEPARACIÓN

ÁNGELES GRINDELWALD

— ¿Señorita Grindelwald? —La voz de la profesora Mcgonagall llega a mis oídos, giro mi cabeza y no tardó en emocionarme en verla.

Durante un tiempo ella me dio clases en casa, su metodología me gustaba muchísimo y podía decir que era muy efectiva a la hora de aprender. Lamentablemente me dejó de dar clases para poder seguir sus clases en Hogwarts pero me alegraba verla aquí y saber que podré ser estudiante de ella de nuevo.

— Profesora —me acercó abrazarla, ella tenía un encanto a pesar de ser un poco estricta.

— Que gustazo es verte en un colegio en serio, no quería que fueras toda la vida educada en casa —.

— Tiene razón profesora, aunque me empezó a gustar en un punto, más que todo por sus clases—Mcgonagall se ríe de mi comentario haciendo que se ponga un poco nerviosa.

— Me halagas mucho señorita Grindelwald, es un placer en serio volverte a ver —.

Un señor alto, pálido y con vestimenta oscura se le acerca a susurrarle a ella para después retirarse, fue extraño.

— Me tengo que retirar, ya la ceremonia empezará y yo tengo que estar con los profesores. Adiós Ángeles —La profesora desaparece de mi vista haciendo que voltee a mis espaldas observando a los niños.

Eran niños de la edad de mi hermana, muchos esperando a ser seleccionados para sus casas y otros jugando. Era gracioso ser la única de mas edad junto a ellos.

Salgo de mis pensamientos al sentir una mano fría y un poco mojada entrelazándose con mi mano. Volteo a ver y se trataba de mi hermanita, la cual tenía la cara un poco pálida y podía notarse a kilómetros sus nervios.

— Lina —le susurró y sus ojos no dejaban de ver al frente, admito que me empecé asustar más que todo porque en cualquier momento se podía desmayar, conociendo a la reina del drama sabía que era capaz de hacerlo.— Estoy contigo, no te preocupes —Los ojos cafés de mi hermana se posan en los míos y me sonríe de lado.

— Me va a dar un paro cardiaco —Río y ella también. Por Merlin está niña necesitaba dejar los libros un tiempo.

Al abrir las gigantes puertas empezamos a entrar y era increíble lo que veía. El espacio es enorme, con una iluminación bellísima que era cálida y medieval, agregando que habían cuatro largas mesas haciendo referencia a las cuatro casas. Cuando llegamos hasta donde nos dijeron, al frente había una mesa larga y horizontal donde estaban todos los profesores, entre esos estaba Mcgonagall la cual me lanzó una sonrisa y yo a ella.

Un señor de una edad muy avanzada, se hizo al frente de nosotros para empezar hablar.

— Bienvenidos a todos a este nuevo año escolar, mi nombre es Albus Dumbledore, su director. —Mi madre tiene una foto en su oficina de la casa con él y otros cuantos estudiantes, así que no pude evitar en reconocerlo, solo que se veía muchísimo más joven.— Como saben, cada año recibimos a nuevos estudiantes así que es obligatorio hacerle la elección de las casas. Las cuales son Gryffindor, Hufflepuf, Ravenclaw y Slytherin. Así que sin dar tantas vueltas, comencemos. —los aplausos inundaron el lugar para después ver que uno de los profesores acercaba una silla y había un sombrero sobre esta.

Cada niño fue yendo hacia donde el sombrero, todos estaban nerviosos hasta yo. Cada vez que decía una casa, la mesa de esa casa gritaba con orgullo. Me parece increíble que hagan eso, sentía que era un buen apoyo.

Los niños pasaban hasta quedar mi hermana y yo.

— ¡Lina Grindelwald! —Anunció una de las profesoras haciendo que mi hermana me mire con preocupación.

ADDICTED BROWN EYES M.R.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora