ADDICTED BROWN EYES M.R.

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SEGUNDA PRUEBA

ÁNGELES GRINDELWALD

El lunes llegó tan rápido que ya todo el mundo había olvidado el baile de navidad solo por este día, el día de la segunda prueba del torneo de los tres magos.

Mientras Tena, Weasly y Her buscaban respuestas al acertijo que Harry descubrió en el huevo de la primera prueba, yo me dispuse a seguir con mi investigación personal. El libro que había escondido ya estaba con polvo, hace ya un buen tiempo no lo había sacado pero aún así, no me decía nada y la desesperación ya me estaba saturando.

— ¿Nada aún? —Tena me pregunta y yo niego.

No quería darme por vencida, de verdad quiero saber que son todas esas visiones o momentos que veo. Además tengo el presentimiento de que mi cicatriz de la espalda tiene algo que ver con esto.

— Lamento interrumpir, pero la profesora Mcgonagall quiere verlos en su oficina —La llegada de Ojo loco fue inesperada. Obedeciendo lo que dijo, los cinco nos levantamos pero al hacerlo puedo sentir como mi cicatriz ardió de manera fugaz haciendo que el dolor me haga sentarme de nuevo— A ustedes no, solo a Weasly y a Granger —Me tocó la espalda quejándome un poco y mi amiga de Slytherin se me acerca.

— ¿La cicatriz? —Yo asiento mientras intento calmarme, aunque el dolor seguía sin irse.

— Pero es que, profesor la segunda prueba es en unas horas y —Hermione es Interrumpida por el profesor.

— Exacto, Potter ya debe de estar bien preparado y ahora necesita dormír... ¡Vayan, Ahora! —La firme voz de Alastor no tardó en ser más fuerte de lo normal e hizo que Mi amiga y el pelirrojo se fueran con velocidad a donde Mcgonagall.

— Loghbottom, ayuda a Potter con esos libros —Y con eso, el desaparece de la zona donde estábamos y el ardor de mi cicatriz desapareció.

— ¿De casualidad, te dejo de arder tu cicatriz? —Atenea me pregunta mientras asiento.— ¿No te parece extraño el comportamiento de Alastor? —.

— ¿A qué te refieres? —Le devuelvo la pregunta.

— Últimamente está haciendo algo con su lengua, muy extraño. Eso no lo hacía cuando llegó al colegio —¿A qué se refiere que con su lengua?

— Si... parece una lagartija —Harry habla con cansancio, ya llevaba un buen rato buscando que hacer en la segunda prueba.

— Pues, él en sí es... peculiar —Le comentó.

— También de que cada vez que él está presente, te arda la cicatriz. ¿En serio no crees que él esté conectado de alguna manera contigo? —Me empiezo a reír a carcajadas mientras la chica de Slytherin me mira con una ceja alzada.

— Es lo más... loco que te he escuchado decir Tena. —Me sorprendía su capacidad de sacar conclusiones de donde no las hay. ¿El y yo conectados? De ninguna manera.

— No volveré a decir nada —.

Una hora después nos encontrábamos solo Atenea y yo llegando al lago para la prueba de Harry. Conversamos de muchos temas pero llegamos al más esperado por mucho tiempo.

— ¿Cómo se conocieron Emma y tu? —.

— Bueno, recuerdo que fue en primer año, yo estaba en los baños de niñas del primer piso y en esa noche, un Troll entró al colegio —.

— ¿Un que? —Me sorprendo tanto que mis ojos casi se salen de mi cara.

— Así como lo escuchaste. Mientras yo me lavaba las manos, escuché como alguien lloraba en los baños y abrí la puerta del cubículo encontrándome con una niña pelirroja con sus ojos claros de color rojo de tanto llorar —Emma, definitivamente era ella— Me decía que había visto al Troll y que la había lastimado, para después mostrarme su brazo y ver que estaba realmente moreteado. Me dispuse a curarla, créeme que no sé cómo me nació ayudarla si yo no era así pero supongo que me dolió verla así. Desde ese momento ella me empezó a seguir a todas partes, al principio era muy molesto que una vez la encaré enfrente de toda la clase porque ya me sentía ahogada por ella. Hasta que un día estaba practicando mi transformación en lobo en el bosque prohibido y lo había logrado pero... —hace una pequeña pausa para tomar aire— pero no sabía cómo volver a mi forma normal. Estaban unos... unos centauros cazando y pensaron que era un lobo de verdad, pero Emma se puso en frente de mí y ellos y les gritaba "¡Deténganse, es mi amiga practicando su transformación!". Fue... Bueno, creo que si no fuera por Emma, yo no estaría aquí —.