ADDICTED BROWN EYES M.R.

025

NEUNO

MATTHEO RIDDLE

Los aplausos y gritos de la multitud aparecieron cuando Potter agarró el huevo de oro. No era fan de él sabiendo que su principal enemigo es padre pero tenía que respetarlo porque es amigo de Ángeles.

— Hermano, mira —Nott señala al frente de nosotros y puedo ver como al otro lado del estadio, Ángeles es cargada por Weasly mientras que Hermione con otras chicas desaparecen con velocidad.

— Algo le pasó a Ángeles —Me levanté de golpe y me fui con velocidad para alcanzarlos. Tal vez estaba siendo exagerado pero apesar de todo si me preocupaba mucho la salud de Ángeles, más que todo por lo que escuché ayer. No he tenido la oportunidad de hablar de nuevo sobre eso con ella pero no iba a insistirle.

— Voy contigo —observo que Nott me alcanzó y volvimos a correr. Pensé que iban a la enfermería pero no, se quedaron en uno de los pasillos y la sentaron en uno de las bancas que habían.

— ¿Angelito? —Hermione estaba casi que pálida— ¡Angeles responde!—No estaban bien, sus ojos seguían cerrados y Hermione suelta un quejido.

Me acerco más y al verla más de cerca podía notar como su piel no tenía el mismo tono, estaba blanca. Tanto que parecía... muerta.

— ¿Qué le pasó? —todos dirigen sus miradas a mí pero no me responden— No quiero volver a preguntar —.

— Se desmayó, no sabemos cómo pero fue de la nada —Habla Emma, se le notaba en la voz que tenía miedo.

— Hay que llevarla a la enfermería —Weasly al parecer sí pensaba, genial.

— No —Dijo Hermione.

— ¿Cómo que no? —me le acercó a paso rápido y quedando muy cerca— ¿No ves que parece una muerta tu amiga? —Sin dejar de mirar a Granger señaló a Ángeles, me saca de casillas que no tuviera consciencia. Muy estúpida para ser una estudiante sobresaliente.

— Ya sé qué hacer —Victoria con rapidez y desespero empezó a buscar algo en su bolso y saca una pequeño frasco de color amarillo— Tápense la nariz, el olor es muy fuerte —todos hicimos caso y ella lo abre para ponérselo en la nariz de Ángeles.

Segundos después Ángeles se levanta de golpe y con la respiración pesada y muy lenta. Victoria cierra el frasco e intentar calmar a Ángeles.

— Tranquila, inhala por la nariz y exhala por la boca —.

Por un momento toda la ira que tenía contra Granger se me había ido cuando vi a Ángeles ya en su estado normal. Me llevé un susto muy grande al verla asi.

— ¿Qué pasó? —.

Todos nos miramos entre todos, ¿en serio no se acuerda de nada? Eso ya es más preocupante de lo que pensé.

— Te desmayaste, eso pasó —Y después de un buen rato. Me doy cuenta que Atenea Gray estaba en este preciso instante. Era la primera vez que la veía socializando con más personas que no fueran Emma, como pasa de rápido el tiempo.

— Angelito es mejor que descanses, no estás a tu cien ni siquiera para caminar —era cierto, segundos después Ángeles intento levantarse pero tambaleó. Me acerqué para que se sostuviera de mí y lo hizo. Tenía una mano al rededor de su cintura y la otra junto a su mano.

— Llevémosla a su sala común, que duerma un buen rato y yo le diré a sus hermanos —El silencio apareció pero me entró un desespero al ver que Hermione y Ron o literalmente nadie hacía nada— Por Merlin, guíenme a su sala común —escucho y los dos empiezan a guiarme con los demás. Ella no podía caminar así que decidí cargarla sobre mis brazos.

Cuando llegamos a su sala común, agradecimos que no hubiera nadie, sabía que todo el mundo estaba aún en esa prueba del torneo. Hermione me guió hasta su cuarto y cuando abrió la puerta, el olor femenino inundó mis fosas nasales y me quedé impresionado del orden del cuarto.

— Ella duerme aquí —La rubia señala la cama de Ángeles y con cuidado la dejo en su cama. Un mechón de su cabello estaba en su rostro y yo lentitud se lo quite poniéndoselo detrás de su oreja, aproveché y pase mi mano por su mejilla. Estaba helada, pero no tardó en ponerse un poco roja.

— Mattheo... —soltó un susurro y no evité erizarme. Mi corazón se acelero un poco.— no le digas a mis hermanos, por favor... —con esto, su respiración se volvió lenta para después empezar a quedarse dormida.

— Está bien, Angelito —Mis ojos se abren de golpe al escucharme decirle así por primera vez. Nunca se lo dije, siempre esa su apellido o uno que otro "estúpida" pero... nunca así.

Me levanto para salir del cuarto pero me quedo congelado al darme cuenta que Hermione estaba ahí parada en silencio, me había visto y me había escuchado.

— No diré nada —Sigo frío mirándola. Apesar de todo, si tenía molestia con ella al no querer llevarla a la enfermería— Lo de la enfermería era porque ella y yo nos hicimos una promesa, lo lamento —.

— Es su salud —escupo con ira.

— Pero es nuestra amistad por encima de todo —Ella se acerca más a mí pero sin atravesar el metro— No sé si ya te has dado cuenta o no sé si deba decirte esto, pero algo le está pasando en base a sus pesadillas —.

Se formó un silencio porque quería escuchar más a Hermione, ella sabía más cosas que yo y por lo cierto, me importaba mucho.

— Habla dormida, siempre de lo mismo y hoy sus ojos se
Volvieron blancos. Algo no está bien en ella y ella lo sabe —.

Le doy la razón a Granger. En lo que conozco a Ángeles es terca y es capaz de resolver todo por su cuenta, evitando cualquier ayuda posible pero ahora no estaría sola, me tenía a mí.

— Es mejor hablarlo después, ¿te parece? —ella asiente— Cualquier cosa que suceda me cuentas, está bien? —Hermione vuelve asentir y yo salgo de la habitación.

Al llegar a la sala, Theo estaba enfrente de Victoria con una sonrisa coqueta pero ella solo lo ignoraba.

No la entendía, no voy a negar que tenía una belleza muy peculiar pero ¿que no haya salido con nadie de la escuela? Eso me parecía extraño. Sabía que Theo le había llamado la atención desde segundo año pero él jamás hizo movimiento hasta ese día en la clase de posiciones. Victoria Noto mi presencia y se acerca rápido a mi.

— ¿Cómo está? —Su preocupación era más que notoria y a sus lados se posicionaron Emma y Atenea.

— Está bien, se quedó dormida —Victoria suelta un suspiro aliviador.

— ¿Qué era eso que le
Diste? —pregunté a Victoria.

— Es... una posición mía —sonríe de lado— Neuno, está hecha a punta de saliva de ogro ya que el olor hace que el desmayo desaparezca y pueda levantarse. Solo que eso falla en la energía de la persona, por eso está cansada —.

— Brillante —Habla Emma pero no tardó en darme cuenta que Atenea me miraba de mala manera.

Atenea fue mi mejor amiga desde que tenía memoria. El año pasado decidimos alejarnos el uno del otro por una situación que ninguno de los dos estuvo a dispuesto hablar. Ella con su ego decidió irse y yo con mi orgullo me fui por mi camino.

Salimos de la sala común y cada quien se fue por su lado. Las chicas por la izquierda y Nott conmigo hacia la derecha.

— ¿Estás bien? —Habla Theo ganándose mi atención— Respecto a lo de Tena —Era el apodo que le decíamos a Atenea.

— Da igual —ruedo los ojos, si a ella no le importa a mí menos— ¿tú no pierdes el tiempo eh? —cambió el tema y los dos nos reímos.

— Entre más me ignore más me gusta —.

— Por Merlin Theo... —un tonto de pies a cabeza.