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SALÓN DE MÚSICA

ÁNGELES GRINDELWALD

Ya era viernes y estábamos en el desayuno solo que esta vez estaban todos los alumnos por orden de Dumbledore, al parecer quería dar un anuncio.

Esta semana se había pasado un poco rápida, admito que me esta gustando estudiar aquí. Las clases me encantaban, podía ver a mis hermanos cuando podía y bailar en ese lugar me hacía muy feliz.

Los castigos con Riddle eran lo mismo, aveces nos queríamos matar y otras veces nos tolerábamos pero siempre que nuestros ojos se conectan pasaba algo en mí que no sé cómo describirlo. Era una sensación extraña pero cómoda a la vez, solo sé que muchas veces lo evitaba.

— ¿Qué querrá decir el viejo? —Comenta Ron estando sentado enfrente de mi. Al lado de él está Her y a mi lado está Harry. Últimamente ya no estaba tan grosero conmigo, conversábamos pero era muy poco aún.

— No lo sé, hay que esperar a que hable —Y como si Harry fuera adivino, a los segundos empezó el discurso.

— Buenos días estudiantes, espero que estén teniendo una agradable mañana. Vengo a darles una increíble noticia —Hace una breve pausa— ¡El torneo de los tres magos, se realizará en el colegio Hogwarts! —Todo el mundo empezó a gritar de la alegría pero yo solo me burlaba de ellos, entendía su emoción pero no era para tanto— El día martes tendremos la llegada de nuestros invitados así que espero mucho respeto y disciplina de todos ustedes. —Dice mirándonos serio— Pueden continuar con su desayuno, buen día —Finaliza y se baja de las escaleras.

— ¡No lo puedo creer! —Ron tenía una sonrisa gigantesca en el rostro, se le veía emocionado— Merlin dijo "no tienes dinero así que te daré esto" —Los cuatro nos reímos ante su comentario, era el verdadero "mis traumas mis chistes".

— No lo sé, tengo un mal presentimiento —Comenta Harry y de la nada se puso un poco serio. Her me había dicho lo que pasó en el campeonato de Quiddicth. Me imagino que no debió de ser fácil y más con voldemort en su cabeza.

El trío de oro seguía hablando mientras mis ojos se chocan con ese café que veía en todas las tardes.

¿Riddle me estaba observando? Pero qué idiota.

Al notar mi mirada nos quedamos ahí un buen rato y esa misma sensación que tenía con el volvió aparecer. El muy imbecil sonríe de lado, haciendo que yo doble mis ojos y vuelva a mi desayuno. No lo tolero y nunca lo voy hacer, es un niñato. De verdad que no sé cómo una mujer le puede ver algo a él, de verdad que no podría.

Al acabar el desayuno nos dirigimos a nuestra sala común por nuestras cosas y terminarnos de arreglar.

Después de nuestra jornada escolar ya estábamos terminado nuestra última clase que era con Mcgonagall. Al salir de la clase estaban mis tres hermanos esperándome y claramente me tiré a abrazarlos ya que hoy hiriamos a casa. Era fin de semana entonces podíamos ir a visitar a nuestros padres.

El trío de oro decidieron esperarme  mientras hablaba con mis hermanos pero después noto que Mcgonagall se acercaba a nosotros con ellos tres.

— Señorita Grindelwald, necesito comentarle algo de urgencia —mis hermanos y mis amigos empezaron a poner atención— Me encantaría que usted hiciera una coreografía para la bienvenida de los invitados del torneo —.

Admito que me puso feliz la noticia, claro que aceptaría pero era muy poco para crear una coreografía. Eso significaba elegir una canción, el estilo, el vestuario Dios mío tendré que utilizar uno viejo de los míos porque a estas alturas era muy tarde mandar hacer uno.

ADDICTED BROWN EYES M.R.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora