Vivir en un desbán. La luz de la ventana siempre hace brillar la sala. Sala donde en el centro tiene una cama y el techo, de pizarra, está inclinado para la nieve y las lluvias. Por ello, las estanterías de las paredes son bajas y aunque la habitación sea ancha, hay una butaca, dos sillas plegables y una mesa algo baja. Pero todo está desordenado. Un violín apoyado en una estanteria, la cama desecha, ropa por el suelo y hojas llenas de bocetos que hace. Por el suelo, en una esquina hay un tocadiscos sonando. La estancia parece un poco lúgubre.
El tiempo pasa hasta que una mujer entra a la sala por la ventana. Tiene una pipa en su mano que todavía está apagando. La chica parece demasiado bonita como para estar allí, con unos rizos pelirrojos y una pecas sutiles. Tiene un movil en la mano, en medio de una llamada con alguien.
- Igualmente, esto está muy bien. Siempre hay luz y puedes ir al tejado. Ya llevo viviendo aquí desde hace medio año y ni molesto a los vecinos tocando el violín.
- Tienes que reconocer, Circe, que eso de subir 12 pisos no es lo más factible.
- Puedes ir en ascensor hasta el 11, y solo tienes que subir las escaleras de uno. Hay dos y asi nunca se estropean. Vente un fin de semana, Dédalo. Te prometo que te levantarás con el sol en los ojos y podrás ver el anochecer.
Ambos miran por una ventana, aumentando la expectación sobre la respuesta del chico. Alargando el hecho de que, una vive en Canadá y el otro, en Italia. El chico nervioso, corta la llamada. No quería decirle que no a ella.
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Relatos diarios
Short StoryEsto no es más que relatos, cada parte no tiene más que eso, una parte. Cada parte es un mundo diferente, de temática diferente. Está iniciado el septiembre de 2023 y acabado ese mismo mes de un año más tarde, el 2024. Son relatos de los 17 años, de...