Bar (06/03/24)

10 1 0
                                    

Con un vaso de Ron en mi mano veo a esas... prostitutas moverse. Estamos a un bar que me llevan por "ser de la élite". Eso para mi son estupideces, pero parece que a ellos hasta les hiere que no vaya. Así que cuando voy me lleno de alcohol hasta poder compararme con una colonia y hago ver que la evolución de miles de siglos puede desaparecer con 2 botellas de algo fuerte. Pero al final, hasta la paciencia se agota. Aun estar borracho. Me levanto y les escucpo lo primero que se me ocurre.

- Yo me voy. -me oigo arrastrar las palabras- Ya vendreis cuando os hayais cansado de ver a unas cualquiera bailando en una barra. Para eso contratadlas, si habeis venir hasta aquí no os pongais ergonzosos. Id como los perros que sois.

Nadie habla y yo me voy con mi vaso en la mano lleno. A los pocos segundos de irme escucho movimiento y un supuesto amigo sale de la sala. 

- ¡Pero no seas aburrido Pedro! Si nos lo estábamos pasando bien.

- ¡Tú! ¡Ese eras tú, no yo! ¿Qué te crees? ¿Qué alguien se lo pasa bien cuando se siente obligado a ver bailes? 

- Admito que al inicio tampoco me gustaba, pero al final no está tan mal. Entra de nuevo hombre. 

- ¿No lo has entendido? No pienso volver. Ni esta noche ni niguna. Despotricais contra ellas, cuando sois vosotros los... putrefactos. Entiendelo de una vez joder. 

De allí me voy enfurecido. No pensaba que tuviese qu expllicarle a un rico sobre querer y lo que no.

Relatos diariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora