Relatos diarios

Bibliotecario (02/06/24)

Unos ojos oscuros te miran. Son profundos, parecen enfadados y crees ver en ellos al carbón más puro, uno que con él podrias escribir la glucolisis y aun sobraría pigmento con él. El chico carraspea un poco ya harto de que le mires y no digas nada así que le miras más allá de los ojos, aunque con ellos ya sabes quién es. Tienes algunas clases con él, es Joel Piñeda, un hombre con el que puedes envidiarle desde sus calificaciones hasta su físico pasando por su pareja. 

- ¿Qué necesitas, Piñeda? -le dices, mirándole los dedos que repiquetean.

- ¿Tienes los apuntes del tema 8 de Encimologia, Raven? - te dice de la misma forma fría.

Ves como Piñeda se fija en tu mirada y su dirección, así que para, poniendo la palma de la mano en la mesa. Ves la estructura del brazo y luego miras a tu mochila, un poco nervioso al ver su musculatura. Miras en diferentes carpetas, por aquí debería de estar. Cuándo lo tienes le miras.

- ¿Qué me das a cambio? -dices bromeando, fingiendo falsa seguridad.

Ves su expresión, ya tiene la mano extendida, lista para recibir unos apuntes. Su sorpresa es notoria. Pero su expresión se modifica con una sonrisa verdaderamente confiada y se aproxima a ti peligrosamente. Sus labios están muy cerca de los tuyos y notas el deseo de besarlos. 

- Si quieres, a cambio puedo darte algo que desees. Esta noche, después de la fiesta que quieren hacer los de veterinaria. -Te susurra.

Tu con suerte llegas a asentir, mientras le das los apuntes. Cuando se va te sientas en la cómoda silla que tienes sin asimilar lo que has vivido. Cuándo ya te has relajado te fijas en que hay un papel con la mala caligrafía de Joel. La agarras y la lees sin que se note demasiado tu entusiasmo. 

"Traeré a mi novia, Catherin, seguro te gustará espero que no te importe. Mi número es este: xxx xx xx xx. La próxima vez que nos veamos ya nos hablaremos por los nombres si sale bien."

Ya con eso se te baja del todo la presión. No puede estar sucediendo.