24/01/24

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Por San Valentín decidió visitarme. Yo, que estaba medio muerta no me lo esperaba. Venía desde tan lejos, eligió hasta saltarse todas sus clases por mi. Y yo estoy allí, también saltándomelas por ese dichoso exámen del cual salía. Pero sonriendo voy hacia él. Me veo peor de lo que debería, con las mejillas hundidas y los labios más pálidos de lo normal. 

Pero cuando lo veo corro hacia él. Sonriendo, queriendo abrazarlo. Cuando lo hacemos huelo su aroma, tan cálido, tan perfecto. 

- Hola cariño, ¿qué tal te ha ido? 

Escucho su grave voz. Podría estar escuchandola durante toda la vida, podría morirme aquí y lo agradecería. Escuchándolo, oliendo su perfume... Es perfecto. Saco la cabeza de él y le sonrío como puedo. 

- Siento que me ha ido fatal... Pero ya dá igual. ¿Qué tal estás tu?

Empezamos a caminar, yo cada vez estoy más cansada, con menos fuerzas. No esperaba estar tan mal... Pero en un punto hasta tropiezo con algo. Y me caigo, o me desplomo. No sé que está pasando. 

Relatos diariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora