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Ya habían transcurrido un par de semanas desde que Tess había puesto un pie en Pyrgoi Hills Academy, pero para ella, cada día se sentía como una batalla cuesta arriba. La escuela no era lo que esperaba, y cada clase, cada proyecto, parecía ser una nueva prueba de su resistencia emocional.

Las clases se sentían pesadas, como si estuvieran diseñadas para desafiarla en cada paso del camino. Algunas eran completamente diferentes a lo que estaba acostumbrada, lo que la dejaba aislada del resto de la clase. Tess era consciente de que esta diferencia podría influir en la manera en que sus maestros la calificarían, lo que solo aumentaba su sensación de alienación.

Una de las experiencias más difíciles que había tenido en la escuela fue cuando respondió un examen en lápiz y no se lo validaron. Fue un momento humillante que la hizo sentirse aún más marginada y fuera de lugar. Se sintió como si su voz no fuera escuchada, como si su esfuerzo no fuera reconocido, y eso solo agregó una carga más a sus hombros ya cansados.

Pero Tess había aprendido a sobrellevar los momentos difíciles. Había pasado por suficientes pruebas en su vida para saber que no podía dejarse abrumar por un obstáculo más. Así que se levantó, sacudió el polvo y continuó adelante, aunque cada paso pareciera pesarle el doble.

En cuanto a su situación con Hunter, él seguía tratando de acercarse más a ella, de ofrecerle su amistad y apoyo. Pero para Tess, la idea de abrirse a alguien más, de confiar en alguien con sus pensamientos más oscuros y sus luchas internas, era abrumadora. No se sentía cómoda con la idea, no podía, por más que lo intentara.

No tenía a nadie; eso era lo que ella creía.

Mientras tanto, Hunter también se sentía incómodo en este nuevo ambiente. Aunque había encontrado cierta comodidad en su amistad con Ally, no podía ignorar la sensación de desconexión que sentía con Tess. Sabía que había una gran probabilidad de fallar en su intento de acercarse a ella, pero eso no lo detenía. Estaba dispuesto a intentarlo, aunque apenas supiera nada de ella.
La brisa otoñal soplaba suavemente a través del campus de Pyrgoi Hills Academy mientras Tess y Hunter caminaban juntos después de clases. El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos cálidos y dorados, pero dentro de ellos, la tensión estaba en aumento.

Hunter había notado la distancia persistente de Tess, y no podía evitar sentirse intranquilo por ello. Después de semanas de intentar acercarse a ella, de ofrecer su amistad y apoyo, seguía sintiendo como si estuviera chocando contra un muro de hielo.

"Tess, puedo ver que algo te está molestando", comenzó Hunter, rompiendo el incómodo silencio que había caído entre ellos. "¿Hay algo que quieras hablar?"

Tess, con los ojos fijos en el suelo, se encogió ligeramente de hombros, tratando de aparentar indiferencia. "No es nada, Hunter. Solo he estado un poco ocupada últimamente".

Pero Hunter no se dejó engañar tan fácilmente. Había aprendido a leer las señales no verbales de Tess, y sabía que algo más estaba ocurriendo bajo la superficie. "Tess, sé que las cosas han sido difíciles para ti últimamente", continuó con cuidado. "Pero quiero que sepas que estoy aquí para ti. Si hay algo que necesitas, solo házmelo saber".

Sin embargo, en lugar de agradecer su oferta de apoyo, Tess reaccionó de manera inesperada. Se detuvo en seco y se giró hacia él, con una mirada llena de frustración en sus ojos oscuros.

"¿Por qué sigues insistiendo, Hunter?" dijo, su voz temblorosa con emoción reprimida. "¿Por qué no puedes entender que no quiero tu amistad, o la de nadie más?"

La confesión de Tess tomó por sorpresa a Hunter, dejándolo momentáneamente sin palabras. Pero en lugar de sentirse herido o resentido, una sensación de resignación lo invadió. Había hecho todo lo posible para llegar a Tess, para ofrecerle su amistad y comprensión, pero parecía que sus esfuerzos habían sido en vano.

"Tess, lo siento si te he hecho sentir incómoda", dijo Hunter con calma, tratando de ocultar su propia decepción. "No quiero presionarte a ser amiga mía si no te sientes cómoda con eso. Si necesitas espacio, lo entenderé".

La explosión de Tess había dejado un eco de dolor en el aire entre ellos, y aunque Hunter quería desesperadamente encontrar una manera de ayudarla, sabía que tenía que respetar sus límites. Con un gesto de resignación, dio un paso hacia atrás, dejando que la distancia entre ellos creciera aún más.

Y así, en medio del crepúsculo dorado, Tess y Hunter se separaron, cada uno perdido en sus propios pensamientos y sentimientos. A pesar de sus mejores esfuerzos por conectar, seguían siendo extraños en un mundo que parecía empeñado en mantenerlos separados. Y aunque no sabían lo que el futuro les deparaba, una cosa estaba clara: la brecha entre ellos seguiría creciendo, alimentada por la distancia y el silencio que los rodeaba.




Habían pasado varios días. Hunter y Ally se encontraban sentados juntos en el jardín trasero de la academia, disfrutando de la tranquila noche estrellada. Desde que Tess se había distanciado de ellos, habían encontrado consuelo y compañía el uno en el otro. Sus conversaciones fluían fácilmente, llenas de risas y confidencias, y poco a poco, su amistad había comenzado a florecer en algo más profundo.

A medida que pasaban más tiempo juntos, Hunter comenzó a darse cuenta de lo mucho que significaba Ally para él. Había algo en su sonrisa cálida y su naturaleza comprensiva que lo atraía de una manera que no podía ignorar. Cada momento que pasaba a su lado, cada mirada compartida y cada risa compartida, solo servían para alimentar el fuego de su creciente atracción.

Por su parte, Ally también había empezado a sentir algo más por Hunter. Había encontrado en él un confidente y un apoyo incondicional, alguien que la entendía y la aceptaba tal como era. Sus corazones resonaban en sintonía, cada latido acercándolos un poco más el uno al otro en un baile de complicidad y afecto.

Sin embargo, a pesar de la creciente tensión romántica entre ellos, ambos se resistían a reconocer sus sentimientos. Habían formado un vínculo fuerte como amigos, pero algo dentro de Hunter no parecía sentir que Ally fuera la indicada.

Una noche, mientras estaban sentados juntos en el jardín, la brisa nocturna susurrando entre los árboles, sus miradas se encontraron en un momento de silencio compartido. En ese instante, el deseo ardiente que había estado ardiendo entre ellos estalló en un beso apasionado que los dejó sin al iento.

"Lo siento, Ally, no sé qué me pasó", dijo Hunter, alejándose con un gesto confundido.

Ally lo miró con sorpresa y preocupación. "¿Estás bien, Hunter? ¿Qué pasó?"

"No lo sé, simplemente... no me siento bien con esto", respondió él, sintiendo una extraña sensación de desasosiego en su interior.

Ally frunció el ceño, confundida por la reacción repentina de Hunter. "¿Qué quieres decir? ¿Qué está mal?"

Hunter se levantó, sintiendo la necesidad de alejarse. "Creo que... creo que esto no está bien. Tal vez... tal vez no deberíamos seguir por este camino".

Ally lo miró, sus ojos llenos de sorpresa y decepción. "Lo entiendo, Hunter. Si necesitas tiempo para pensar las cosas, lo entenderé".

Hunter asintió, agradecido por su comprensión, pero mientras se alejaba, su mirada se desvió hacia donde estaba Tess, y sintió una punzada de culpa. A pesar de que no eran pareja ni amigos, se sintió como si estuviera traicionando su confianza, y eso solo aumentó su sensación de malestar.

Cruces del destino // HuntessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora