Cruces del destino // Huntess

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Un par de días después, la galería estaba lista para abrir sus puertas al público. La expectativa en el ambiente era palpable; la gente hablaba sobre el incidente que había ocurrido, y muchos esperaban ver si Tess aparecería, aunque fuera brevemente. Hunter había hecho todo lo posible para asegurar que el evento se llevara a cabo sin contratiempos. La seguridad se había incrementado, y el equipo de la galería estaba preparado para manejar cualquier eventualidad.

Hunter llegó temprano, vestido con un traje sobrio pero elegante. Había repasado varias veces el discurso que daría al abrir la exposición. A pesar de que estaba preparado para representar a Tess, la ausencia de ella lo inquietaba. Se había convencido a sí mismo de que Tess aparecería en algún momento, aunque fuera para dar una breve declaración. Después de todo, su arte era el centro de atención.

Las puertas de la galería se abrieron, y la gente comenzó a llegar. Hunter fue saludando a los invitados, su mirada constantemente buscando a Tess entre la multitud. Pero el tiempo pasaba, y no había señales de ella. Los murmullos crecían entre los asistentes, y algunos preguntaban directamente por Tess. Hunter respondió con una sonrisa tranquila, asegurando que ella estaba bien y que había decidido mantenerse al margen por razones de seguridad.

Finalmente, llegó el momento de inaugurar la exposición. Hunter subió al pequeño escenario preparado para la ocasión, con las luces brillando sobre él. Respiró hondo y comenzó su discurso:

—Buenas tardes a todos, y gracias por acompañarnos hoy. Es un honor para mí estar aquí representando a Tess, quien ha dedicado su vida a la creación de estas obras que están a punto de ver. Sé que muchos de ustedes vinieron con la esperanza de verla hoy, pero debido a recientes eventos, Tess ha decidido mantenerse en un segundo plano por su seguridad.

Hizo una pausa, dejando que sus palabras calaran entre los asistentes.

—Sin embargo, su espíritu, su pasión, y su arte están presentes en cada rincón de esta galería. Tess ha confiado en mí para presentar su trabajo, y espero poder transmitir aunque sea una fracción de lo que ella ha puesto en cada una de estas piezas.

Aplausos resonaron en la sala, aunque Hunter notó una mezcla de decepción y comprensión en algunos rostros. Justo cuando iba a continuar, un asistente del evento levantó la mano y rápidamente le preguntó a Hunter si Tess estaba bien después de lo que le pasó al salir del hotel.

-¡¿ Qué?! Qué le pasó a Tess-

Hunter sintió el suelo desaparecer bajo sus pies cuando el asistente le respondió, su voz vacilante pero clara:

—Lo lamento, no quise alarmar a nadie. Pero escuché que cuando Tess salió del hotel para dirigirse a la exposición, alguien le lanzó algo. Un desconocido se acercó a ella, y de repente arrojó una bolsa llena de pintura y basura sobre ella algo parecido a lo que pasó hace unos días. Mientras lo hacía, gritaba que Tess era una traidora, que merecía eso por lo que le había hecho a alguien cercano. Antes de que los guardias pudieran intervenir, la persona escapó. Tess estaba completamente aturdida... y simplemente desapareció después.

Hunter sintió un escalofrío recorrer su columna. La imagen de Tess, sola y cubierta de pintura y basura, se grabó en su mente. Su corazón latía con fuerza, la culpa y la preocupación se mezclaban en su interior. Tess había estado dispuesta a enfrentar el peligro solo para no dejarlo solo en ese evento, y él no había estado allí cuando más lo necesitaba.

—Disculpen, —dijo Hunter con voz entrecortada, bajando del escenario lo más rápido posible.

Se dirigió al equipo de seguridad, su rostro pálido y la voz temblorosa de preocupación.

—¿Es cierto lo que acaban de decir? ¿Alguien le tiró algo a Tess cuando salió del hotel? ¡¿Por qué no me dijeron nada?!

Uno de los guardias, con expresión de culpa, asintió.