Dreams Fulfilled

13. Solo amigos

HanNa llegó a primera hora de la mañana al hospital, y esta exigió verme enseguida.

– Hyukjae... amor despierta- la oí decir mientras acariciaba mi cabello.

– HanNa?

– Buenos días – Me besó- Estás mejor?

– Ahora que estas aquí, si – Sonreí

Esta se llevó la mano a la cara de manera tímida, tapándose la sonrisa.

– Oppa, eres genial

– Sabes... cuando dan el desayuno aquí? Estoy hambriento...

Esta negó, y salió de la habitación en busca de la respuesta.

Me recliné y me coloqué en buena posición, me dolía la espalda de estar tantas horas echado.

Cogí el móvil y comencé a mirar los mensajes que tenía, todos, exceptuando un par, todos eran de Donghae. Fui a mirar especialmente los de medio año atrás, los mensajes que nos enviábamos cuando Donghae estaba en Mokpo, tras el fallecimiento de su padre. El corazón se me encogió, al leer tras cada mensaje que le envié un " recuerda que me importas, y que te quiero". Como había cambiado tanto nuestra amistad en medio año? Pasar de la completa confianza, a ser desconocidos el uno para otro.

Y de los mensajes, pase a las imágenes que guardaba, y al igual que los sms, todas las fotos, eran con Donghae.

Joder, Cómo podía ser tan guapo?

Era el summun de la perfección, inteligente, guapo, sincero, comprensivo, paciente, bueno... Era completamente perfecto, tal vez por eso, y no porque fuese hombre, el nunca llegaría a ser mío.

La puerta de la habitación se abrió, y entro HanNa con una bandeja

– Mira oppa, las enfermeras estaban repartiendo el desayuno y me dieron el tuyo

Esta se sentó a mi lado, y abrió la bandeja.

Dos tostadas, un bol de arroz y un poco de sopa, no estaba mal, tal vez si insípido, pero llevaba más de un día sin comer, así que cualquier cosa me valía.

– Puedo... - dijo tímidamente- darte de comer?

– Puedo comer por mí solo- me avergoncé- pero si te hace ilusión...

– No es eso, sino que... tienes los dos brazos entubados y... te veo, y siento la necesidad de cuidarte-  me beso en la mejilla.

HanNa era una persona muy pegajosa, le encantaba abrazar, besar, achuchar, acariciar, al igual que Donghae, aunque sus caricias, sus abrazos, sus besos, nunca, serian como los de el para mí.

HanNa cogió la cuchara, lo lleno de sopa y me lo llevo a la boca.

Me arrepentia de haberla dejado por entrar en la SM... Tendría mujer, seguramente un trabajo estable, y quien sabe si un hijo ya... pero en cambio, Que tenía? Nada... lo único que me hacía feliz dentro de la empresa, lo había alejado como un bicho de mí.

– HanNa...-  mis ojos se empañaron de lágrimas.

– Hyukjae.- acarició mi mejilla- Que te ocurre?

– Siento que he fracasado como persona.

HanNa rió.

– Eres demasiado joven para habar así, pareces un viejo.

– Siento que he hecho demasiadas cosas mal aun siendo joven...

– Como que?- y esta acabó de sentarse a mi lado subiéndose a la cama, dejando que apoyase mi cabeza sobre pecho