28. Odio

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Al cabo de las horas salí de la habitación para tomar un poco el aire.

Donghae estaba cansado y se adormitaba por momentos, así que decidí no molestarle e irme a la cafetería unas horas para dejarlo descansar y yo a la vez, para tomar un par de cafés y despejar la mente.

Al llegar todo el mundo me miró aturdido.

Como esperaba ya eran capaces de reconocerme, eso o que debía tener aun los ojos enrojecidos.

Me senté con un café doble en la mesa mas alejada pero mas cercana a la cristalera. Llovía. Eran épocas de lluvia, para que mentir, en Seul siempre llueve, es un ambiente bastante triste la gran mayoría del año, pero no dejaba de ser nuestro hogar a fin de cuentas.

- Tal vez cuando salga de aquí deba llevarlo a mokpo....- susurré moviendo la cucharilla de la taza de café con delicadeza.  No quiero que salga del hospital y vea esta mirda de tiempo

Agache la cabeza y pegue mi frente a la mesa derrotado.

Estaba dolorido, mucho, el odio, la rabia, pero a la vez el terror que me recorría el cuerpo era inaguantable. Me sentía traicionado, incapacitado, era imposible solucionar ya esto de buena manera, pero ver a Donghae así de mal... la bondad se me iba por los poros de mi piel dejando emerger al mismísimo demonio.

No me gustaba ser asi, pero hiba a consentir que dañaran a mis seres queridos, a Donghae, era el mas importante de ellos.

Ladeé la cabeza y aun con la cara apoyada en la mesa me quede mirando la lluvia caer. Pensé, en todos los llantos que le había provocado, todas las preocupaciones, todas las desilusiones, las decepciones... el corazón se me partía en dos solo de saber el daño que le había provocado...

- Oppa?- oí una voz tras de mi.

Me gire con lentitud.

Era Hanna.

Me levante estrepitosamente, dejando caer la silla hacia atras. Esta tenía la cara enrojecida e hinchada, los ojos llorosos y los labios temblorosos, pero ningún acto, ninguna expresión, ninguna palabra de ella cambiaria ya mi forma de pensar.

Me acerque a ella, con paso lento pero decidido y esta comenzó a retroceder, hasta quedarse empotrada en una esquina.

Captamos la atención de la gente aun sin quererlo, todos nos miraban.

Apoye mi mano al lado de su cabeza y alcé la otra con rabia, pero no no podía pegarla. Jamas podría hacerle algo asi.

Le seque las lágrimas que le caían por la mejilla.

- Oppa...

No, no quería oírla hablar, no quería que me llamase oppa, y mucho menos después de saberlo todo.

- Pídele perdón, será lo último que te pediré.

- Que?- me miro sorprendida esta.

- Pídele perdón y desaparece, con Dongha, como habéis hecho durante estos últimos años, no quiero volver a verte te odio, te odio como en mi vida he odiado a nadie, tengo ganas de matarte, tengo ganas de que te mueras y de que nos dejes tranquilos, quiero que desaparezcas de mi vida al igual que como volviste, que desaparezcas de la mia, de la de Donghae, del grupo, que desaparezcas de la vida de cualquier persona que hayas conocido en este tiempo, no quiero volverte a ver- acabe al final.

Esta agacho la cabeza con timidez y el pelo le cubrió la cara.

Estaba... estaba sonriendo?

- Asi que este es el verdadero Lee Hyukjae, no?- alzo la cabeza esta con egoísmo- asi que este es todo el odio que has sido capaz de guardarme, eres asqueroso.

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