Y El Cielo Cayó Cuando Te Sentaste A Mi Lado.

El Juicio. II

Y yo que pensaba que ya sabía que era pasarlo mal... Me equivocaba, no lo supe hasta que no estuvimos todos de pie en el juzgado, a tres segundos de que el juez diera el veredicto.
¿Cómo acabaría esto? ¿Saldría victoriosa o sería ellos los ganadores? Sólo quería que esto se acabara de una vez por todas y poder seguir con mi vida junto a James...

- Esta corte judicial declara a Adrián Cortázar y a Gonzalo Miran...- se me va a salir en corazón- Culpables por los casos de acoso e intento de violación. Con lo cual se les impone una condena de 5 años cárcel y por supuesto, una orden de alejamiento permanente hacia la parte acusadora, no se podrán acercar a ella a menos de 1km.

El sonido del martillo fue gloria para mi, por fin esos dos tenian lo que se merecían y yo no podría estar más feliz.

- ¡Esto es injusto! - gritó Adrián

Yo le sonreí, le di la sonrisa más sincera de toda mi vida y me quedé allí, con mi novio abrazado a mi, viendo como se los llevaban.
Ana corrió a abrazarme igual que Marta y Zack.

- Lo conseguimos chicas, hemos ganado...

- Una pena, ahora que venía el verano... que poco morenos se van a poner- soltó Marta y todos empezamos a reír.

- Vámonos de aqui- Pidió James. - Bueno chicos, gracias por todo.., nos vemos más tarde.

- ¿Por que dices eso? ¿No vamos a celebrar con ellos?

- Oh si, más tarde... primero, tu y yo.

Todos empezaron con el típico "uuuuuh"

- Callaos pervertidos.

James me llevó en coche hasta una casa desconocida para mi, nunca había estado aquí y tampoco él me la había nombrado nunca... El trayecto fue largo, cuando llegamos era de noche. Me sorprendió cuando me tapó los ojos para entrar y me sorprendió aún más cuando me quitó la venda de los ojos. Estábamos en el salón y este, estaba cubierto de velas blancas, en el suelo descansaban cuando cojines dorados y blancos y había un ventanal que mostraba un lago cubierto de ellas también.

- ¿Que es esto J? Es... precioso.

- Sabía que todo saldría bien y creí que nos lo merecíamos, que te lo merecías... Ven, salgamos al jardín.

Yo no sabía que hacer no que decir, sólo podía esperar.

- Esto es precioso ¿Como conocías este lugar?

- Aquí me traía mi padre cuando era pequeño, nos quedábamos algunos findes... Jess, sólo quería pedirte perdón por todas mis cagadas, se que la última fue muy gorda...

- Eh, eso ya es pasado y los dos hemos tenido cagadas así que... no hay nada que perdonar.

James se acerca y junta sus labios con los míos, no ha habido beso más dulce que ese en toda la historia del mundo.
Lo quiero tanto...

- Cenemos.- me propone.

- Oh no, claro que no.

Acerco a James a mi y lo beso, un beso rápido y descontrolado que hace que camine hacia atrás hasta entrar en el salón.

- Joder Jess.- me dice al oído
Y se que lo hace porque de normal yo no tengo la iniciativa y soy más romántica que "salvaje" pero ¿que importa?
Dejo de besarle sólo para empujarle así que en segundos estaba tumbado en suelo conmigo encima.

Me besa, le beso, nos besamos... madre mía, me está volviendo loca este chico. Y pensaba que tenía el control hasta que me cogió por la cintura y se dio la vuelta hasta quedar él encima de mi, pobre ilusa...

- Desnudate.- le ordeno

- Desnudame tu.- me responde con su mejor sonrisa.

Me tomo mi tiempo pero eso hago, le acaricio el torso a la vez que le quito la camiseta y a el se le acelera la respiración cuando mi mano retrocede lentamente hasta su pantalones.

- Mierda Jess, me estás matando...

Le desabrocho los botones y ahí no puede más me aparta las manos y acaba el... y ya de paso me quita la mía.
Acaricia cada parte de mi, cada centímetro y yo lo hago también. En segundos esta dentro de mi.