Y El Cielo Cayó Cuando Te Sentaste A Mi Lado.

38. Lo siento mucho Jess.

*Narra Marta*

Estoy esperando la llamada de Jess, ya se que son las diez y ella me dijo a las once pero estoy intranquila, no se... Tengo un mal presentimiento. ¿Y si llamo a James? A lo mejor me lo coge...

Después de cinco intentos sigo sin tener respuesta. ¿Que hago? Tiene que saber lo que está pasando. Voy a buscarlo, si, eso, iré a su casa y le echaré la puerta abajo si es necesario.

Mientras voy hacia alli sigo llamándolo el sigue sin cogerlo.

- James, se que estás ahí, he visto luz antes de subir... Abre por favor, es importante.

No contestaba pero se escuchaba el televisor.

- ¡James! Es Jess... Por favor abre.

Segundos después un James confundido me abre la puerta.

- ¿Donde coño estabas? Llevo llamándote media hora. ¿Por qué no me lo cogias?

- Vale Marta, al grano. ¿Que pasa?

Le conté todo, le expliqué porqué estabamos en la cafeteria con Gonzalo y lo que ha hecho Jess para que dejara de molestarlos. James parece enfadado y a la vez sorprendido.

*Narra James*

- No me lo puedo creer, yo pensaba que me estaba engañando y que tu, obviamente su mejor amiga, la estabas solapando. No quería hablar con ella hasta enterarme de la verdad...

- ¡James Smith, eres idiota! No sé como puedes pensar que ella podria engañarte, ¡ha salido con el para que deje de molestaros!- si, soy idiota.- y ahora no me coje el movil y tengo un mal presentimiento...

Mierda.

- ¿Que es lo último que has sabido de ella?

- Me mandó un mensaje diciendo que iban a los bolos.

*Narra Jess*

- ¡¿Que mierda haceis aqui?!

Adrián y Ana estaban frente a mi, el estaba riendo y Ana parecia asustada. No entiendo nada y ahora mismo estoy segura de que no va a pasar nada bueno.

- Lo siento.- susurró Ana.

¿Por qué?

- Cállate.- le ordenó Adrian.

- ¿Se puede saber de que va todo esto?- pregunto.

- Bueno...- empieza Adrian.- acuerdate que te dije que si yo no conseguia lo que queria por tu culpa, tu, tampoco lo harias.

Ana ya estaba llorando, todo esto es muy raro...

- Bueno.- prosiguió.- Creo que es hora de que tu te quedes sin lo que quieres.

- Mira, no se quien te crees que eres asi que dejame en paz. Yo no tengo culpa de que seas un puñetero acosador.

- Nena, no te enfades... Te lo pasarás bien.- me dice Gonzalo.

Adrián se acerca a mi, me coge del brazo y me pone sobre una mesa.

- ¡Sueltame!- grité y apareció un camarero.

- Todo está bien.- le dijo Adrian.

- No, no es verdad. Por favor sáqueme de aquí...- le rogué.

- Venga conmigo, la sacaré de aquí.- yo ya estaba llorando.

- Y vosotros, no os volvais a acercar a mi.

- Espera.- me dice Ana.- Me voy contigo...

¿Que?

- Tu no te mueves de aquí.- Adrián le cogía del brazo pero ella se soltó y vino conmigo.

Cuando salimos del restaurante, las dos estabamos llorando, nerviosas perdidas corriendo hacia mi coche.

- ¿Puedes llevarme a casa? No el tengo coche aqui.- me pide Ana.

- Claro, sube.

No sabia que decir, no asimilaba lo que acababa de pasar, ni siquiera sabía lo que acababa de pasar... Tenía que llamar a Marta, pero antes tenía que hablar con Ana.

- Tienes que contarme de que va todo esto, Ana no entiendo nada, necesito saberlo.

- Lo siento mucho Jess, te lo contaré todo. Pero por favor llévame a casa, mañana te lo contaré... Necesito dormir.

- Mañana sin falta, iré a tu casa.

El resto del camino lo pasamos calladas...

*Narra James*

Todavía no la encontramos, hemos pasado por la bolera y nos han dicho que se fueron hace tiempo. ¿Donde mierda estan? ¿Le habrá hecho algo?

Estoy al teléfono con Marta mientras conducimos por si alguno la ve.

- James.- me dice por el altavoz.- James, estoy a dos calles de la bolera y estoy viendo a Gonzalo, lo raro es que no está con Jess sino con Adrian.

- ¿El acosador? Mierda. Voy a colgar y llamar a Jess.

No le di tiempo a contestar y colgué para llamar a Jess.

*el número al que llama está apagado o fuera de cobertura* Odio a la voz que me dice, por quinta vez, que no puedo hablar con ella.

Vuelvo a llamar a Marta.

- ¿Te lo coge?- me pregunta.

- No, está apagado. Voy a ir a su casa.

- Vale, voy a seguir buscando. Llámame si sabes algo por favor.- me pide.

- Claro.- suspiro.- y Marta, gracias por insistir.