*Tono de llamada*
- Jess, tu teléfono está sonando.
- Dejame dormir.- me tiré la sábana por encima-. Cógelo tú.
Supe que era una mala idea cuando James empezó a chillar.
- ¡No vuelvas a llamarla! ¿No te das cuenta que no le gustas? ¡Deja de ser tan patetico!- pasan segundos.- ¿Perdón? Vete a la mierda.
- James...
- Dejalo.- me contestó y salió.
Obviamente yo no estaba nada tranquila, y este imbécil no me iba a arruinar la vida. Cogí el movil y se que es un error hacerlo después de que James me pidió que no me le acercara, pero le llamé.
- Hola J.
- No me llames J. Solo te llamo para prohibirte que me vuelvas a llamar, no me gustas, nunca lo has hecho y no lo harás asi que deja de joder porque no vas a conseguir nada.
- Uou Jess, que genio. ¿Quieres que no te busque mas? Ok, quedemos y si me dices que te deje en paz a los ojos y es creible, lo haré.
- Tu retraso es demasiado grande... ¡Que no quiero verte!
- Ok, entonces seguiré llamando.- me amenaza.
¿Que hago? Puedo ir y decirselo a la cara pero si se entera James, me irá mal, pero si no voy, seguirá molestando y eso molestará a James... Mierda.
- Ok. Donde y cuando.
- El martes, en la cafeteria de la uni, a segunda hora así tendremos mas privacidad.
Colgué. No sé que me voy a encontrar cuando hable con el pero si puedo acabar con esto, estará bien. Obviamente no voy a ir sola, y si el piensa eso, está mal de la cabeza... Ahora solo queda que James no se entere de nada.
Después de apagar el movil y guardarlo en el bolso, salí al salón para encontrarme con James tumbado boca abajo en el sillón. Me tumbo encima suya.
- Hola... ¿Estás enfadado?
- Si.- jo - pero no contigo.
Buff parece que me he quitado 500kg de encima.
- ¿Quieres hacer algo hoy?- me pregunta.
- Domingo de pijama.- propongo.
- Me gusta la idea.
Y me quedé abrazada a el un buen rato, posiblemente no podía respirar pero no se quejó.
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Y El Cielo Cayó Cuando Te Sentaste A Mi Lado.
Teen FictionLas mejores historias surgen por accidente.