¡Viernes! Por fin se acaba la semana.
Recojo a Marta y nos vamos a la uni, antes de entrar a clase hemos quedado en la cafetería con las chicas.
- ¡Hey! - Dicen Ana y Mara cuando nos ven entrar.
- Hola, chicas. - contesta Marta.
- Hola. - les sonrío.
- Bueno ¿como ha ido la semana? - Pregunta Mara.
- Mi semana se reduce a deberes y Zack. - dice Marta.
- La mía se divide en: deberes, trabajo, James y Adrián.- Mara casi se ahoga con su café ante la mención de este último y Ana se pone tensa..
- ¿Qué? ¡Cuenta ya! - Pide Mara.
Les cuento todo lo que ha pasado esta semana con mi ex. No me interrumpen y cuando acabo, Mara dice:
- Lo que no entiendo és como sabe en que universidad estás y tu número de teléfono. Alguien se lo ha tenido que dar, pero ¿Quien?
- No lo sé, supongo que alguien que no conoce el problema que hubo...
- Bueno, es casi la hora de entrar. ¿Nos vamos? - Ana cambia de tema.
Las dos primeras clases pasan sin pena ni gloria, simple rutina, el profe explica y yo tomo apuntes.
Ahora estoy de camino a mi clase de inglés, James está apoyado al lado de la puerta.
- Te estaba esperando. - Me dice mientras sonríe.
- ¿En serio? ¿Por qué?
- Porque ahora somos amigos...
- Y ¿Que te hace pensar que somos amigos? - Me burlo.
- ¿No lo somos? Me llamaste sexy. - Se ríe.
Ruedo los ojos y le cojo del brazo.
- Vámonos, creído. - Se ríe más alto.
No pasamos la hora entera dentro de la clase, el profe nos explica un ejercicio que debemos hacer en pareja y nos deja libre el tiempo restante. James no me da tiempo a elegir pareja y da nuestros nombres al profesor John.
Justo después de inglés, tenemos optativa así que pasamos juntos el rato libre que nos han regalado, por supuesto hablando del ejercicio.
- Vamos a llegar tarde a optativa si no nos ponemos en camino...
- ¿No te lo estás pasando bien? - Me guiña y yo ruedo los ojos. - Está bien... Voi a pagar la cuenta.
- ¿Alguna vez me dejarás pagar?- le pregunto y él niega.
Cuando sale de la cafetería, tiene en la mano dos cupcakes y me regala uno de ellos... Últimamente este chico me cae mejor, quitando algún comentario de los suyos.
Cuando entramos en la pequeña sala él se sienta en su sitio y yo paso Dr largo hacia el mío. A los dos segundos lo tengo detrás de mi.
- ¿No te sientas conmigo?- me pregunta.
- Elegí este sitio ¿por qué tendría que cambiarlo?
- Vale, Vale... Solo era una opción. - se ríe y vuelve a su sitio.
El libro que estamos leyendo no es que me guste mucho pero me entretengo oyendo el debate que mantienen los demás, incluso James participa. Me vibra el móvil en bolsillo, lo cojo y leo el mensaje.
*no quiero esperar más, si mañana no está quitada la orden, no respondo por mí*
Se me cae el móvil y cuando lo recojo veo a James mirándome extrañado. Vuelvo al libro pero no me concentro en lo que queda de clase, por suerte (o desgracia) mi profe de literatura ha tenido un problema así que la última hora me la pierdo.
Cuando acaba la clase salgo disparada, ni siquiera espero a James. Me voi directa al banco que hay en el jardín de al lado.
Miro una y otra vez el mensaje ¿que querrá decir con "no respondo por mí"? ¿Amenaza? ¿Debería hablar con la policía? No sé que hacer...
*Narra James*
- ¿Qué pasa? - pregunto llegando donde está ella.
- Nada, nada... - intenta esconder el teléfono pero soy más rápido y se lo quito.
Después de unos segundos mirando la pantalla...
- ¡Este tío es gilipollas! Creo que no deberías quitar nada, incluso deberías hablar con la poli.
- No creo que sea para tanto. - Miente. - Creo que simplemente quitaré la orden y que se acabe todo esto...
Asiento y me quedo en silencio, sentado a su lado.
Se sobresalta cuando hablo de repente.
- Así que... ¿Soy un capullo de ojos verdes?
Se pone roja. Está muerta de vergüenza.
- Al principio lo pareciste y luego ya se me olvidó cambiarlo...
- ¿Y por qué no simplemente capullo? ¿Por qué pusiste "El capullo de ojos verdes? - Sonrío.
- ¿Es qué no los tienes verdes?
- Yo no te tengo como "... De los ojos azules"
- ¿Como me tienes? - me pregunta.
- "Desconocida"
- ¿Enserio? Entonces debería cambiarte el nombre...
- No, no lo hagas. Me gusta ese... Yo cambiaré el tuyo por "Desconocida de ojos azules".- me ríe alto y eso la hace reír a ella.
Pasamos su hora libre sentados en ese banco, ella no se ha dado cuenta de que yo he perdido mi clase...
Realmente no entiendo porque he decidido quedarme con ella, pero ya son más de las dos y tengo mucha hambre.
- Bueno, creo que debería irme a casa. - le digo.
- ¡Oh! Sí, yo también. Gracias por distraerme.
- Un placer... - Me levanto del banco, pero me agacho para darle un beso en la mejilla. Después de eso me doy la vuelta y me marcho.
De verdad que ha sido un placer distraerla. Creo que esta chica me gusta... Dios, no la conozco de nada. No sé sus apellidos, no conozco su casa ni a sus amigas. ¡Es una locura!
Lo bueno, es que nadie más que yo lo sabe.
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Y El Cielo Cayó Cuando Te Sentaste A Mi Lado.
Teen FictionLas mejores historias surgen por accidente.