28. Lo mejor de mí.

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James lleva sin hablarme dos días y ya está pareciéndome un poco exagerado. Quiere hacer mías sus broncas con Gonzalo y no es justo así que en cuanto acabe la clase (optativa) pienso hablar con él.

- ¿Vas a volver a hablarme algún día?- le pregunto cuando paso por su lado y no se mueve de la silla.- llevas dos días sin hacerlo y me parece que ya vale ¿no?

- ¿Vas a dejar de hablar con tu amiguito?

- Joder James, una que no es mi amigo solo hemos hablado dos veces y una de ellas lo hacíamos de ti y dos, no voy a hacerle el vacío a nadie sin una razón para hacerlo...

- ¿Por qué no puedes simplemente hacerme caso?

- Por que no me das una razón para hacerlo. ¿Tú entiendes que no puedo evitar a persona que no me ha hecho nada? Si la razón es que él intente algo, no te preocupes por eso, yo estoy contigo y no me importa ningún otro... Gonzalo me cae bien, no creo que sea de esos.

- Tú no le conoces, pero allá tú.

- ¿Eso significa que me vuelves a hablar?- le pongo morritos.

- Eso significa que si le veo con una mano encima tuya, haré que le salten los dientes...- eso me hace reír.

- Eres un exagerado J.- le beso.

Optativa era la última clase del Jueves así que podíamos irnos a casa cuando quisiéramos pero no, decidimos quedarnos en el jardín del campus comiendo comida basura junto a Marta y Zack. En realidad era una mala idea porque hacia un frío acojonante pero bueno, así rabajamos la tensión.

- Por fin os habláis de nuevo...- suelta Marta.

James y yo nos miramos.

- Cariño, mejor dejemos el tema.- propone Zack.

...

"Ya estoy de vuelta" le digo a la cama de James. Dos días y ya la echaba de menos, bueno echaba de menos dormir con él pero la cama ayudaba.

Ahora que James volvía a hablarme no quería que se estropeara nada, quería estar como siempre; con las risas, las bromas, los besos... Pero parecía que aunque volviéramos a hablar, mi novio tenia algo que decir.

- Jess ¿Vas a ser amiga de Gonzalo?- creía que ya lo había superado. Por lo menos está calmado...

- No sé. No voy a forzar una amistad pero si me dice de ir a tomar un café, ¿por qué no debería hacerlo?

Lo oigo suspirar y se da la vuelta para mirarme.

- ¿Y si te empieza a gustar?

- ¿Por qué me tendría que gustar? Podría pasar si yo lo mirara con otros ojos pero lo miro como miro a Zack o a Will, quitándole la confianza que tengo con ellos y no con Gonzalo.

- No lo conoces Jess, sé que va a intentar algo contigo ¿no viste como te miraba en la fiesta?- niego con la cabeza.- pues parecía que te quería comer...

- James, no te preocupes ¿vale? Es un simple amigo. Si intenta algo yo le pararé los pies.- le sonrío.- ven aquí.

Mi chico se acerca y lo beso, un beso corto y dulce que sirve de llamada para que lo siga él y eso hace, me besa. Al principio un beso romántico, lento y después se fue acelerando, un beso lleno de ganas del uno por el otro. James me acariciaba la espalda mientras nos besamos, haciendo que el bello se me pusiera de punta y ahí empezó todo.

El momento que había imaginado ciento de veces como seria estaba ahí, no estaba en una habitación con velas y pétalos por todas partes, tampoco estaba en una cabaña lujosa en una playa desierta. Solo él y yo, nada más y no me importaba si no era lo que había imaginado porque era mil veces mejor... En ese momento no pensaba en los escasos tres meses que llevábamos juntos o en que hace dos días que no hablábamos, solo pensaba en que lo quería mas que a nada y se lo estaba demostrando, le estaba dando lo mejor de mi (según mi madre). Las mariposas me salían por los poros mientras James pasaba su mano por cada uno de ellos, en ese momento podía sentirlo todo, mi corazón parecía salirse del sitio, podía oír latir el corazón de James, nuestras respiraciones al mismo paso. Increíble.

-  ¿Estás bien?-  pregunta J con la respiración entrecortada.

Yo me caía de sueño pero estaba feliz.

- Estoy genial.- le sonrío y miro mis manos muerta de vergüenza.- que vergüenza...

- Estás tonta.- se ríe.- Ven aquí anda.

James pasó un brazo por mi espalda y me acurrucó con él hasta quedarnos dormidos.

Y El Cielo Cayó Cuando Te Sentaste A Mi Lado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora