Problemas

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Cellbit

Por fin aterrizamos, el aire de esa isla era encantador, se veía pequeña, muchas obras estaban en construcción se veían, pero lo que más me llamó la atención fueron 3 pequeños que estaban sentados frente al barco mientras jugaban con sus manos, antes lo pasaría de largo, pero ahora sonreía enternecido imaginando a mi pequeño Richas con sus amigas pasando una tarde así.

- Richas volta para aca.- Dijo Bagi que traía sus maletas en la mano agitada, seguro ya llevaba rato persiguiendo a mi hijo.


- O tio Felps disse que ia me jogar ao mar.- Grito Richas mientras bajaba la rampa que estaba puesta, yo solo reí cuando miro a Bagi enojada

- Não fique aí, vai vai.- dejé mis cosas a lado de Bagi y empecé a ir tras Richas. Cuando veo cómo esta hablando con alguien, su figura, su cabello, se me hacía algo familiar.

- Oh hola, ¿Estás solo? Nunca te había visto por aquí.-

- Richas volta para aca.- Hablé y así alzó la mirada aquel chico, no podría ser él no podía estar aquí, se veía tan... bello, me quede aturdido por un momento hasta que mi pequeño corrió hacia mí, lo tome en brazos, pero ahora ambos teníamos unas miradas profundas, sus ojos marrones, tal como los recordaba, sus labios...

- Apa, apa la Tilin empezó a hablar, Catalán de nuevo.- Salí de mis pensamientos al escuchar a uno de los niños de hace momento yendo hacia él. Él lo tomó por brazos igual, iba a acercarme a hablar cuando recordé... Él me dejó plantado.

Hace tiempo atrás...

- Hola, ¿Quién habla?

- Hola Roier.

- Ho-hola Cell... Cellbit ¿Quién te dio mi número? [...]

- ¿Te parece si mañana me la entregas en la cafetería que trabajo después de mi turno?

- Oh, claro me parece perfecto.-

Y ahí estaba Cellbit, esperando afuera de esa cafetería, se encontraba pensando en su primer encuentro con Roier y como parecía sacado de una película cliché. Estaba recargado en su carro con una sonrisa boba recordando a Roier y el beso de aquella fiesta, no pudo evitar sentirse acalorado por el recuerdo y aflojo un poco su corbata.

Ya había pasado 1 hora, en estos momentos se arrepentía tanto de no haber preguntado a que hora salía, así que decidió entrar para ver si lo veía.

Esperaba verlo en la caja, pero estaba una joven de cabello castaño bastante largo. Se acercó para ordenar un café, y cuando se lo dieron, tomó el atrevimiento de preguntar por él.

- Oh, él no vino el día de hoy, parece que renunció.-

- Mu-muchas gracias.- Pagó el café y salió de ahí.

Llegó a su casa, todo el camino estaba preocupado y lleno de pensamientos de sí algo malo le había pasado, así que recordó que tenía su número.

El número que usted marcó se encuentra fuera de servicio, por favor, intente más tarde.



Y así lo hizo repetidamente hasta que se cansó, lo intentó con Quackity pero igual.

Los días pasaron y por fin se enteró por parte de Luzu que Roier se había ido a México y que haya se quedaría a vivir.

No pude evitar sentir coraje y decepción, ¿Cómo pudo citarlo si sabía que ya se iría? ¿Por eso no había aceptado ir a la isla? Y así Cellbit plasmó esos sentimientos tratando de olvidarlo a él.

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