Te quiero Gatinho

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Roier

Me removí de mi postura, comenzando a abrir los ojos, cuando un brazo me sujetó con mucha más fuerza. Sonreí por lo bajo, recordando el magnífico momento que pasé ayer con Cellbit.

Aún sentía miles de mariposas moviéndose en mi estómago, la felicidad aún ahondaba en mí. Después de todo, y las palabras de ayer, no me podía imaginar un futuro sin Cellbit, después de todos los momentos que compartimos ayer, tan íntimos y juntos, definitivamente quería sentir esta sensación de calidez todos los días, con Cellbit, con mi hijo...

-Bom dia, guapito -escuché su voz suave y adormilada, justo al oído.

Me giré lentamente, encontrándome con sus ojos brillantes y su sonrisa cálida. Cellbit estaba a mi lado, aún medio dormido, pero con esa expresión de felicidad que hacía que mi corazón se derritiera un poco más.

-Bom dia -respondí, con una sonrisa amplia.

Nos quedamos en silencio por un momento, solo mirándonos, disfrutando de la compañía del otro. El sonido de los pajarillos se escuchaban a la distancia y la suave brisa que entraba por la ventana abierta creaban un ambiente perfecto, casi irreal.

-¿Cómo te sientes? -me preguntó Cellbit, acariciando mi mejilla con ternura.

-Feliz -respondí sin dudar-. Nunca pensé que una noche podría cambiar tanto mi perspectiva, estoy feliz de estar contigo Cellbit.

-Yo también me siento así -dijo, acercándose un poco más y besándome suavemente en los labios.

Estábamos muy ocupados en nuestro momento hasta que el ruido de un celular comenzó a sonar, haciendo que ambos nos separáramos. Me quejé suavemente y empecé a repartir pequeños besitos mientras Cellbit tomaba su celular.

-¿Quién marca a esta hora? -dije por lo bajo, continuando con los besos por su torso descubierto.

-Es Jaiden, deja contesto... ¿Alo? -dijo Cellbit, contestando la llamada.

-¡WHERE IS ROIER! -se escuchó un grito al otro lado de la línea haciendo que rápidamente me separara-. Les marqué a ambos y ninguno me contestó, no quiero ni saber qué estaban haciendo. ¿Está ahí contigo?

Cellbit hizo una mueca divertida, intentando no reírse.

-Sí, Jaiden, está aquí conmigo -respondió, tratando de sonar serio-. Tranquila, todo está bien.

Me separé un poco, mirándolo con curiosidad. La voz de Jaiden sonaba realmente preocupada.

-¡Ponlo en altavoz! -gritó Jaiden-. Roier, ¿estás ahí?

-Aquí estoy, Jaiden. ¿Qué pasa? -respondí, tratando de no reírme.

-¡¿Por qué no respondiste mis llamadas?! -exclamó Jaiden-. Estaba preocupada, pensé que te había pasado algo.

-Lo siento, Jaiden -dije, sintiéndome un poco culpable-. Estábamos ocupados y no escuché el teléfono.

-Bueno, al menos sé que estás bien -suspiró Jaiden, claramente aliviada-. No me vuelvan a asustar así, ¿entendido?

-Entendido -dije, sonriendo-. Gracias por preocuparte.

-Ahora, ¿vienes hoy? Bobby preguntó por qué no llegaste a dormir.

- Si, en un rato regreso, yo me encargo de ir por Bobby hoy Jai, no tienes de que preocuparte

- Bien, luego hablamos- dijo Jaiden antes de colgar.

Cellbit y yo nos miramos y comenzamos a reír.

- ¿Quieres ir a comer ya guapito?

- Uhm, otros cinco minutos mas gatinho- y con eso me volvi a acomodar albarazado de su cintura.

Lawyers - Guapoduo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora