Lawyers - Guapoduo

Lo haremos a escondidas

Roier

Estaba caminando tranquilamente por los pasillos de la Federación, yendo hacia mi oficina para poder trabajar y acomodar todos mis papeles y pruebas para la primera audiencia que se haría al día siguiente.

Llevaba ya una semana que había vuelto a trabajar en las oficinas. No había nada en particular; simplemente extrañaba el ambiente laboral.

Pasaba por un pasillo y estaba completamente solo, observé el reloj en mi muñeca con curiosidad, pues esperaba por lo menos encontrarme con mis compañeros para tomar café. Solté un suspiro y seguí mi paso lento cuando una puerta se abrió rápidamente y algo me jala al interior de esta.

- ¡Ey, qué verga...!

- Bon dia, guapito -habla Cellbit, y sin más pega sus labios con los míos.

Solo suspiro mientras busco un lugar para poder colocar mi portafolio y empezar a acariciar sus lindos cabellos.

- Espera, Cellbit... -trato de hablar, pero él no despega sus labios de los míos. Empieza a acariciar mi espalda y cintura con toques desesperados, y yo me siento igual pero por no poder tocar. Como si me leyera la mente, quita sus manos de mi cintura y me quita el portafolio de las manos para colocarlo, sepa Dios dónde, solo rio por lo bajito y le agradezco.

- Cell -lo llamo, pero él parece ignorarme completamente, concentrado en otra cosa. -gatinho, ne-necesito res... respirar -y así, por fin, suelta mis labios para empezar a repartir pequeños besitos por toda mi cara.

- ¿Nos veremos en la hora de la comida, cierto?-me dijo una vez paro su ataque de beso mientras sostenía mi rostro en sus manos.

Una vez salí de ese cuarto, caminé totalmente satisfecho y feliz por mi encuentro con Cellbit y recordando cómo mi plan se me salió completamente de mis manos. Con esa sonrisa en mi rostro, sigo caminando hasta la puerta de mi oficina.

- Claro, mi buen, nosotros te cuidamos al Bolby -estaba en el gran comedor a la hora de la comida junto a Quackity. Él no iba a ir el día de mañana a la primera audiencia, ya que según él "tenía cosas más interesantes". No insistí en saber qué cosas, y él se ofreció a cuidar de mi pequeño.

- Muchas gracias, Quacks, me quitaste un peso de encima.

Seguimos con una conversación tranquila, comiendo y disfrutando de nuestra compañía. Siento cómo mi bolsillo empieza a vibrar, lo saco para ver qué es, o en este caso, quién, y no pude evitar esbozar una sonrisa por lo que estaba viendo en la pantalla.

- Yyyy, ¿quién es, hijo de puta, ya traes morrita? -rápido apago mi celular y lo coloco boca abajo para que no pueda ver nada.-¿O novio acaso? Dime, wey, esa sonrisa fue de amor, lo conozco.

- No sé de qué me hablas, Quackity, fue un meme, solo eso -empecé a juntar mi bandeja así como también mis cosas, preparándome para salir de ese lugar. -Me tengo que ir, tengo que estar bien preparado para mañana -me puse de pie y mi compañero hizo lo mismo para así despedirnos de un golpe amistoso en la espalda.

Iba caminando por el mismo pasillo de la mañana, solo que ahora, por la hora, era más concurrido, solo movía mi cabeza sutilmente para saludar a mis compañeros que pasaban por ahí.

Llegué a la puerta, di unos toques de forma sonora para que al instante estos se volvieran a escuchar de igual manera, sonreí y miré a los lados para estar seguro de que nadie me viera, así una vez seguro, entré encontrándome con aquellos ojos azules hipnotizantes.

- Gatinho -me lancé a su cuello rodeándolo con mis brazos, respiré cerca de su cuello para poder impregnarme de su delicioso olor y disfrutar de sus caricias delicadas. Una vez satisfecho, miré directo hacia arriba encontrándome con su pequeña sonrisa y sus ojos brillando al hacer esto.-No aguantaba más un segundo sin ti -dije para bajar mis manos hacia su pecho y mi corazón dio un revuelo de alegría al sentir el de él latiendo con fuerza.