Roier
Una vez salí de aquellas oficinas, aflojé mi corbata y empecé a caminar hacia mi carro.
En el transcurso hacia mi casa iba escuchando música mientras que todas las ventanas estaban abajo, haciendo que entrara el aire, buscando alguna manera de relajarme pero siempre fallaba en el intento.Frené el carro debido a que el semáforo marcaba en rojo, volteé a ver la manera en la que apretaba el volante y mis nudillos estaban blancos por la fuerza ejercida, solo solté un suspiro cansado y puse todo mi peso en el asiento.
No podía olvidar el encuentro que tuve con Cellbit hace unos momentos, su voz rondaba en mi cabeza, a pesar de que no fueron las mejores palabras, no pude evitar sentirme un saco de nervios en ese momento, y si no fuera por su mano que me sostenía por la cintura estaba seguro que me caería...
Pero de rabia ¿qué demonios le pasaba? Era un completo engreído, no tenía permiso de entrometerse en mi relación con Jaiden y menos suponer por ella, pero por más que duela aceptarlo, el semblante de Jaiden y su cara me mostraban lo insegura que se sentía con este contraataque.
Se escuchó un claxon de carro de fondo y salí de mi trance para empezar a manejar. Muchas veces elegía un camino corto para llegar rápido a casa, pero ahora no era la ocasión, sabía de sobra que una vez llegando Jaiden estaría despierta, pidiéndome una explicación o algo por el estilo.
Estaba preparado para esa conversación si no fuera por Cellbit, yo no sentía nervios por hablar con Jaiden sobre la contra demanda, incluso tenía las palabras perfectas para subirle su ánimo si eso llegaba a pasar.
Una vez llegué pude visualizar que el carro de Jaiden ya estaba en la casa, las luces del cuarto de Bobby estaban apagadas y la única luz que se miraba era la de la cocina.
Entré despacio y sin hacer algún ruido, coloqué mi portafolio con cuidado en el piso y cerré la puerta despacio y sin hacer algún ruido. Cuando estaba dispuesto a caminar, por accidente pateé el portafolio, haciendo que mi entrada silenciosa se arruinara.
- ¿Roier, it's you? -habló mi amiga desde la cocina.
- Hey Jaiden, ¿hora del té? -bueno, creo que al final no podré aplazar esta conversación.
Subí para ponerme mi pijama y asearme un poco, pero la verdad es que quería un poco de tiempo para poder pensar bien y prepararme por los sentimientos negativos que Jaiden podría llegar a sentir.
Al final de cuentas, Cellbit tenía razón: cada vez que Jaiden encontraba algo positivo o se sentía en paz, yo hacía algo y recibía los golpes más bajos, no de cualquiera, sino del padre de su hijo.
- Ya se te enfrió, Roier. ¿Por qué tardaste tanto? -dijo mientras deslizaba la taza hasta mi lugar.
- Ah, es que no encontraba mi pijama -tomé la taza entre mis manos y así empezamos con nuestra hora del té.
Todo iba en silencio, Jaiden se mostraba tranquila, revisaba carpetas mientras escribía varias cosas en su computadora, yo me sentía nervioso, hacía movimientos repetitivos con mi taza, que si no fuera yo el causante ya me hubiera puesto de mal humor.
- Roier, puedes...
- Perdóname, Jaiden. Sé que no esperabas nada de esto, debí haberte dicho todo primero a ti antes de ir como si nada, pero yo estaba esperando el momento correcto, sé que tal vez sentiste que te traicioné y de verdad lo lamento. Soy un mal amigo y Cellbit tiene razón, te lastimé. A lo mejor hasta me quieras correr de la casa y está bien, lo reconozco. Solo dame unos días para...
- ¡WOW! Roier, calmdown, take a break ¿what are you talking? ¿Qué tiene que ver Cellbit con todo esto?
- ¿No estás molesta porque no te dije de la contrademanda? -dije una vez más calmado después de mi discurso, que con suerte Jaiden me entendió.
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Lawyers - Guapoduo
RomansaRoier un recién graduado de las mejores universidades de derecho decidido en emprender un viaje a una isla con el fin de iniciar una nueva vida. Cellbit uno de los mejores abogados en el buffet llamado "La Federación" se va a vivir a la Isla que le...