CellbitEl día había comenzado tranquilo. Luzu me había pedido que lo acompañara a la universidad para ayudarle con unas entrevistas. No era mi plan ideal para un sábado, pero cualquier cosa sonaba mejor que tener que resolver un caso en el bufete. Además, con las vacaciones de mi hermana Bagi a la vuelta de la esquina, estaba considerando seriamente tomarme un descanso.
—Entonces nos vemos en la universidad, Cell, ¿o prefieres que pase por ti? —me preguntó Luzu mientras se dirigía a su auto.
—Nos vemos allá. Quiero llegar a tiempo, no como tú —respondí, sabiendo que Luzu tenía la reputación de ser cualquier cosa menos puntual.
—Ok, entonces me esperas ahí —dijo con una sonrisa burlona antes de subirse a su coche.
Regresé a mi casa para darme una ducha de agua caliente, más larga de lo que debería. Me permití disfrutarla; hacía tiempo que no me relajaba tanto. Al salir, me miré en el espejo. El vapor empañaba un poco la imagen, pero aún podía ver las cicatrices en mi cuerpo, recuerdos de una infancia rebelde y llena de aventuras. Escalaba árboles, techos, cualquier cosa que me ofreciera un desafío. Mi hermana Bagi siempre había sido mi opuesto: alegre, extrovertida, y con una facilidad para hacer amigos que yo nunca tuve. Ella había sido mi mayor apoyo, pintándose un mechón castaño en su cabello blanco, en solidaridad conmigo y mi propio mechón blanco que tanto odiaba en la primaria.
Sacudí la cabeza para despejar esos pensamientos y me concentré en vestirme. Me puse el traje gris que usaba para ocasiones formales, arreglé mi cabello y salí hacia la universidad.
Cuando llegué, Luzu ya estaba ahí, lo cual me sorprendió. Pero claro, debí suponerlo: Quackity estaba con él. Lo saludé brevemente antes de que se despidieran con un beso rápido.
—Nos vemos después, pato —dijo Quackity con una sonrisa, mientras Luzu me guiñaba un ojo y entraba conmigo al edificio.
Las entrevistas hasta ese momento habían sido agotadoras. Habíamos visto a catorce candidatos, y todos parecían cortados por el mismo patrón: aburridos y demasiado formales. Luzu y yo ya estábamos deseando que esto terminara.
—¿Quién es el siguiente? —preguntó Luzu, aflojándose la corbata.
—El último. Roier Alt —dije, echando un vistazo a la carpeta del siguiente candidato. Su expediente era impresionante, especialmente para alguien tan joven.
Justo cuando iba a abrir la puerta para llamarlo, ésta se abrió de golpe. Y ahí estaba él.
Roier Alt.
Mi corazón dio un vuelco al verlo. Él me miraba con la misma incredulidad con la que yo lo miraba a él.
—¡Tú! —dijimos al unísono. Esto iba a ser más complicado de lo que pensaba.
Roier
Amanecí nervioso debido a que el director me había pedido que me presentara hoy en el salón de juntas de la universidad. Era sábado, y por suerte, mi día de descanso. Sin embargo, su orden de que fuera con un traje formal me desconcertó. ¿Un traje? Solo había planeado usar uno para mi graduación, la cual, gracias al cielo, estaba cada vez más cerca. Ya tenía todas mis materias liberadas, mi tesis entregada y solo esperaba saber la calificación para confirmar que me graduaría.
Mientras me arreglaba, no podía dejar de pensar en la extraña sensación de este día. El director nunca me había citado fuera de horario ni con instrucciones tan específicas. Me aseguré de que mi traje, aunque algo anticuado, estuviera impecable. Tomé aire y salí de mi departamento, con el corazón latiendo a mil por hora.
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Lawyers - Guapoduo
RomanceRoier un recién graduado de las mejores universidades de derecho decidido en emprender un viaje a una isla con el fin de iniciar una nueva vida. Cellbit uno de los mejores abogados en el buffet llamado "La Federación" se va a vivir a la Isla que le...