- What's wrong, Roier? Stop slamming the door like that - dijo mi amiga con el ceño fruncido, que cambió al verme - Ey, is everything okay?
- Nada está bien, Jaiden. Nunca debí meterme con él, es un mentiroso. No dudo que tú estés de su lado también...
- Ey, Roier, cálmate. ¿De qué hablas? - Jaiden se acercó a mí, tratando de entender por qué estaba tan enojado.
- De Slime, de todo esto. ¿Cellbit te comentó algo sobre sobornar al juez? ¿O acaso algo sobre contratar actores para las pruebas? - solté, lleno de frustración.
- ¿De qué diablos hablas, Roier? Cellbit es muy justo y limpio con sus casos, jamás aceptaría algo así - Jaiden estaba genuinamente confundida.
- Oh, pues no lo conoces, Jaiden. Slime llegó a la oficina de Cellbit mientras yo estaba escondido bajo su escritorio - dije, tratando de contener mi rabia.
- ¿Por qué estabas bajo su escritorio? - preguntó Jaiden, claramente confundida.
- Ese no es el punto. Llegó con esas ideas, pero luego mencionó que no tuviera miedo, que al final de cuentas Cellbit ya lo había hecho - dije mientras jugaba nerviosamente con mis manos y caminaba de un lado a otro, viendo la mirada de confusión de mi amiga.
- Wait, so Cellbit ha sobornado antes para ganar un caso? - Jaiden parecía no poder creer lo que escuchaba.
- Lo que has dicho, con todas sus letras, Jaiden.
- Wow, yo jamás me imaginé algo así. ¿Hablaste con él? - Jaiden sonaba más preocupada que incrédula.
- ¿Hablar con él? - dije en un tono sarcástico mientras volteaba los ojos - Por dios, Jaiden, ¿de qué iba a hablar? ¿Sobre cómo lo hizo? ¿O mejor aún, sobre cómo convencer a un juez de caer en juegos tan sucios?- Pues, tal vez es algún malentendido, Roier.
Jaiden me miraba con una mezcla de compasión y preocupación. Sabía que ella intentaba calmarme, pero mi cabeza era un torbellino de pensamientos.
- ¿Un malentendido? Jaiden, yo estaba allí, lo escuché con mis propios oídos - mi voz temblaba de frustración.- Entonces, tenemos que hacer algo, Roier. No podemos quedarnos de brazos cruzados si esto es verdad - Jaiden dijo con determinación, tomando mi mano para detener mi andar.
- ¿Hacer algo? ¿Y qué sugieres? ¿Confrontarlo? - mi tono era sarcástico, pero en el fondo sabía que Jaiden tenía razón. No podíamos dejar las cosas así.
- Sí, confrontarlo - respondió ella, su voz firme y segura.
- ¿Y si está metido en algo más grande, Jaiden? ¿Y si esto es solo la punta del iceberg? - pregunté, mis pensamientos yendo a mil por hora.
- Tú siempre dando un paso adelante, Roier, tranquilo - dijo Jaiden, apretando mi mano con fuerza.
Caminaba rumbo a la segunda audiencia, donde se esperaba la presencia de testigos y algunas pruebas importantes para el juicio.
Ya habían pasado tres días desde que no hablaba con Cellbit; había comenzado a dejarme una tonelada de mensajes cada día, rogándome que habláramos y que cambiara de parecer o que le diera la oportunidad de hablar.
Me sentía dolido y un poco confundido. ¿Qué pasaba con él? Era uno de los mejores abogados de la federación, pero ahora parecía haberse desmoronado.
Decidí alejarme de la oficina y trabajar desde casa. Invité a Mariana para repasar todos los detalles del caso. Teníamos un montón de cosas a nuestro favor, o eso pensaba hasta hoy.
El problema era que no teníamos ningún testigo. La idea me estaba volviendo loco. La falta de testigos podía ser una gran desventaja para nosotros. No sé qué hacer al respecto.

ESTÁS LEYENDO
Lawyers - Guapoduo
RomanceRoier un recién graduado de las mejores universidades de derecho decidido en emprender un viaje a una isla con el fin de iniciar una nueva vida. Cellbit uno de los mejores abogados en el buffet llamado "La Federación" se va a vivir a la Isla que le...