El día era frío, no había ni un rayo de sol en aquel cielo nublado, Rachel, iba caminando por la estancia entrando en el muro llegando a la estación 9 3/4, se había acostumbrado a llegar sola en estos dos últimos años, la ausencia de su padre pesaba cada vez más, ver a las niñas, tanto como de primer ingreso como las que llevaban más años en Hogwarts, despedirse de sus padres era sentir un nudo en la garganta, si bien, tenía a Lucius, pero Lucius no era su padre, nisiquiera sabía si le podría llamar así en algún futuro.
Ver a las niñas abrazar a su padre era como una apuñalada en el pecho, si bien, se acostumbro a no tener a su madre, pero su padre, el era todo lo que tenía, y ahora se lo habían arrebatado, lo cual era algo doloroso para la platinada.
El simple echo de no tener a sus padres le empezaba a doler, nisiquiera había conocido a su madre, a la gran Vega Avery, una de las fieles Mortifagos y seguidora de Lord Voldemort.
¿Irónico no? Su padre se había enamorado de una fiel seguidora a uno de sus mejores rivales, pero en los ojos de Gellert, eso no había importado, hasta que se dió cuenta de que Vega, no lo amaba en verdad.
Cuando Vega se embarazo de Rachel, busco una y mil formas para deshacerse de ella antes de que Gellert lo notará, por suerte, Vega no tuvo oportunidad.
La vida de Rachel nunca incluyo a su madre, pero ahora, que no estaba su padre, ella necesitaba de la figura materna que nunca pidió, y nunca en su vida quiso, ¿Que le pasaba ahora? Nisiquiera necesitaba de Vega, pero la ausencia de su padre empezaba a afectarle con fuerza.
Rachel estaba a punto de subir al tren he ir a buscar a sus amigos, en este tiempo, ellos se habían convertido en lo único que tenía.
Rachel escucho una voz burlona de tras de ella, a una cabellera pelirroja que conocía a la perfección, Ginny Weasley.
Rachel rodo los ojos y se giró de forma elegante, deslumbrando con su muy significativa clase que tenía.
—Weasley menor... —Susurro la platinada viendo con desdén a la pelirroja, sin nisiquiera disimular el asco que le tenía.
—Grindelward, ¿Tan rápido se fue tu papi? —Tarareo con cierta burla la pelirroja, haciendo que la sonrisa de Rachel desvaneciera. —Ah no, perdona, me olvidé que tú papi está.
—Muy graciosa. —Tarareo Rachel con sarcasmo. —Y si, mi padre no estará aquí, pero lo por menos yo no paso vergüenza al venir vestida así. —Musito la platinada viendo con asco de pies a cabeza a Ginny.
Ginny venía con un pantalón color marrón y el representativo suéter echo por la señora Weasley y unos zapatos llenos de lodo, Rachel soltó una risita burlona, y con cierto sarcasmo se despidió de la señora Weasley, ganándose una mala mirada de Ron Weasley y Harry Potter.
Cuando la rubia llegó con Draco y sus amigos, se dedicó a quejarse de lo ocurrido, y Draco, la apoyaba diciendo que ellos no merecían tener educación.
Nota
Holaa, ¿Cómo están, perdón por desaparecer, pero es que estoy teniendo un bloqueo, ya que estoy teniendo un conflicto en relacionara Rachel con los libros, y no perder el encanto de la saga.
En fin, comenten o lloro.