Hogwarts
Hogar, dulce hogar, bueno... Nisiquiera se le podía llamar así, estar ahí, era un completo peligro, nisiquiera en el bosque prohibido tenían tanto peligro, primero una piedra, un basilisco, un prisionero de Azkaban, ¿Que sería lo siguiente? ¿Una copa que te escogerá para jugar unos juegos y morir en el intento?
Rachel soltó un suspiro tirando su cuerpo hacia atrás, su espalda quedó pegada al pecho de Draco.
-¿Que traes tu? -Se rio el rubio desordenado el cabello de Rachel.
-Me aburro aquí, y con esto del torneo... Puff, ¿Cuántas muertes crees que hayan?
-No lo sé, pero si hay... Espero que tú no seas uno de esos. -Musito Draco jugando con el cabello de Rachel.
-Nisiquiera me voy a apuntar.
-Lo se, pero de todos modos, no quiero que estés en peligro.
Rachel soltó una pequeña sonrisa viendo por un momento a Draco.
-Ya eso significa que yo me voy a convertir en tu sombra.
-¿Que? ¡No! Draco, yo me se cuidar sola...
-Lo se Raich, pero de todas formas, no quiero que estés en peligro...