Suga, Akaashi, Kenma, Oikawa, Atsumu y Suna se mezclan con los problemáticos de la escuela, gracias a esto, el drama se vuelve parte de la cotidianidad, las relaciones afloran y los oscuros secretos salen a la luz, para bien o para mal.
Esta histori...
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El día finaliza y todos se reúnen afuera, esperando a Kenma.
Todos planeaban pasar el rato después de la escuela, así que simplemente esperan a que Kenma termine de hablar con su maestro, siendo el momento perfecto para molestar a Atsumu por lo que él y su hermano hablaron antes. Suna ya se había ido, no estaba de humor para pasar el rato luego de que Osamu irrumpiera en la hora de almuerzo, así que aprovecharon su ausencia para hablar del tema.
—Les dije que no es nada interesante.
—Bueno, entonces no debería ser un problema decírnoslo —Oikawa contraataca. Akaashi simplemente suspira, enviando a Suga una mirada preocupada. Ha tomado nota de lo callado y nervioso que ha estado esta tarde. Estaba bien en el almuerzo, pero durante sus descansos parecía estar cada vez más nervioso. Siempre revisando su teléfono y cambiando su peso de un pie a otro, que es lo que está haciendo en este momento mientras muerde su labio inferior.
—Bien, bien. Mira, la esencia de todo esto es que dejé en claro que Suna no solo está enojado, sino que también está herido. Osamu necesita dar un paso atrás y darle espacio para decidir lo que quiere hacer con la situación.
—Siempre es muy impactante cuando das buenos consejos —Akaashi le dispara, recibiendo una pequeña risita de Suga. Akaashi aprovecha este momento para enviarle al peligris una mirada preocupada e inquisitiva. El peligris le responde con una sonrisa tranquilizadora, aunque parece un poco forzada, pero Keiji no dice nada.
—Eres tan malo, 'Kaashi —Atsumu hace un puchero a lo que Akaashi también sonríe antes de que vean a Kenma salir del edificio.
Tiene la cabeza gacha para no ver a la otra persona que viene frente suyo, hasta que se topa con él. Todo el grupo mira la escena, haciendo una mueca de simpatía ya que el otro chico es mucho más grande que Kenma. Observan cómo el rubio se gira para disculparse cuando de repente se congela. Sus ojos están muy abiertos por la conmoción, al igual que el chico, claramente, el encuentro los toma por sorpresa a ambos.
—Oye, ¿no es Kuroo? ¿El de la clase de ustedes? —Atsumu pregunta en voz baja. Suga y Oikawa asienten, sintiéndose un poco preocupados. Ambos se quedan allí torpemente por un momento antes de que el pelinegro intente hablar. No pueden escuchar lo que dice, pero da igual ya que en el momento en que comienza a hablar, Kenma se da la vuelta y pasa junto a él, caminando rápidamente hacia su grupo. Kuroo parece abatido mientras ve al más pequeño alejarse, dándose la vuelta cuando ve las miradas protectoras del grupo.
—¿Kenma? ¿Todo bien? —Atsumu pregunta cuando llega a ellos, luciendo un poco conmocionado.
—Sí, parecía que querían decirse algo el uno al otro. Sin embargo, estoy confundido, ¿conoces a Kuroo? Nunca los hemos visto hablar antes... o incluso interactuar —Oikawa pregunta mientras Kenma se abraza un poco a sí mismo, respirando hondo antes de enderezarse y encontrarse con sus miradas preocupadas.
