27. Gracias... por quedarte con nosotros.

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ADVERTENCIA

Este capítulo incluye temas sensibles como acoso, autolesión y suicidio, lo cual puede ser delicado para algunas personas. 

Si gustan pueden saltárselo.

Se recomienda discreción. 

Decir que Kenma estaba nervioso era poco

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Decir que Kenma estaba nervioso era poco. Nunca planeó compartirle esto a sus amigos, si bien les había hablado de su pasado para entenderse mejor, nunca presionaron por más, ya que para el rubio era bastante difícil hablar de ello. Además, en un principio, para Kenma era innecesario hablarles de su pasado, siendo que estaba intentando dejarlo atrás, pero ahora, con Kuroo otra vez rondando alrededor, sentía que debía hablarlo. Kenma agradecía que sus amigos lo ayudaran incluso cuando no tenían idea de la situación, confiando ciegamente en el muchacho. Por lo mismo, y por todo el amor que les tiene Kenma, siente que es momento de compartirlo con ellos.

—No tienes que contarnos si no estás listo —dice Akaashi dulcemente a su izquierda, colocando una de sus manos sobre la de Kenma, la cual estaba inquieta sobre su regazo. 

Sus amigos habían llegado hace media hora y Kenma no había icho una sola palabra. No entiende por qué su garganta se ha cerrado y al mismo tiempo le frustra que sus amigos sean tan compresivos, porque si bien es algo que les agradece, una parte de él desearía que le exigieran.

—Entendemos ¿de acuerdo? No te presiones —murmura Suga frente a él, atrayendo los ojos de Kenma a su persona, para ser recibido por una sonrisa tranquilizadora. El rubio suspira y baja su mirada a su regazo. Todos están sentados en círculo bajo un pequeño fuerte que armaron en la habitación de Kenma. Era un lugar cómodo y seguro—. En serio, Ken. Si no estás listo, está bien, podemos jugar o hacer algo distinto —el muchacho se relaja un poco, apretando la mano de Akaashi antes de levantar la mirada y observar a sus amigos que están sentados pacientemente con cálidas sonrisas en sus rostros. Luego de dejar escapar un suspiro tembloroso, responde.

—No es que no esté listo —comienza mientras escudriña a sus amigos—. Es solo que... es difícil de hablar —sus ojos se posan en Atsumu mientras dice esto y éste le dedica una sonrisa alentadora. Kenma sabe que decírselo a él no había sido tan malo, pero la situación era distinta. Sentía que se lo había compartido a Atsumu para ayudarlo, pero ahora, no era así.

—Kenma, es un tema delicado y si no te sientes preparado, no te preocupes, está bien —murmura Atsumu.

—Y si realmente quieres hablarlo, siempre puedes parar si sientes que es demasiado —añade Suna desde su derecha. Kenma no está seguro a qué le teme exactamente ¿ser juzgado por sus amigos? ¿o verbalizarlo nuevamente? Cierra los ojos y respira hondo un par de veces. Suna tiene razón, si se vuelve demasiado doloroso, puede detenerse. Respira profundo una vez más mientras abre los ojos y observa sus manos, apretando la de Akaashi con fuerza antes de finalmente comenzar su relato. 

Todo comenzó en detención ; haikyuu múltiples shipps.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora