Suga estaba cabreado, así había amanecido. Decir que estaba molesto, incluso era poco, porque no había espacio para sentirse herido si ganaba el enojo y la decepción por ser tan estúpido y confiar. Así que, estaba enojado con Daichi, pero también consigo mismo.
Lo bueno de esto, es que ya no estaba tan concentrado en la pelea con Oikawa. Lo malo, es que cada vez que estaba más cerca del establecimiento, más rabia burbujeaba en su sangre y más rápido golpeaba su pie contra el suelo del auto de Suna.
—Le prometiste a Akaashi que intentarías mantener la calma —murmura Atsumu desde el asiento del copiloto, pero Suga no aparta los ojos de la ventana.
—Estoy tranquilo —responde como si no estuviera clavando sus uñas en la palma de su mano, tratando desesperadamente controlar sus emociones. Quiere sentirse enojado, y arrasar con todo a su paso, pero sus amigos tienen razón, necesita confirmar que fue Daichi quien le robó el dinero, y si tiene razón, entonces maldecirlo.
—Sí claro, pareces súper tranquilo en este momento —el peligris le lanza una mirada amenazante y Atsumu blanquea los ojos antes de volver su rostro hacia el frente, sabiendo que la conversación no llegará a ninguna parte.
—¿Qué le dirás? —pregunta Suna dándole un fugaz vistazo por el espejo retrovisor. Suga suspira.
—No lo sé, le preguntaré si me sacó el dinero.
—¿Con calma? —el peligris se encoge de hombros.
—Depende de él —su respuesta es clara mientras vuelve a mirar a la ventana.
—Tomaré eso como un no —murmura Suna y Koshi no responde.
Cuando se detienen en el estacionamiento del establecimiento, sus palmas duelen producto de la presión que ejercen sus uñas contra su piel. Suga trata de respirar y ordenar sus pensamientos mientras caminan hacia la entrada, esperando que todo esto sea un simple malentendido. Se sorprende un poco al ver al resto de sus amigos esperando junto a la puerta. Por lo general se reúnen a la hora de almuerzo. Y lo que es aún más sorprendente, Oikawa está allí. El castaño ni siquiera levanta la vista cuando Suga se acerca, pero está allí.
—¿Qué hacen? —el peligris pregunta y Akaashi suspira antes de hacer un gesto con su cabeza, señalando los casilleros tras la puerta de entrada. Allí, Daichi se encuentra cambiándose el calzado.
—Deberías considerar qué dirás —pero Suga no escucha al ojiazul, solo puede concentrarse en lo mucho que le molesta verlo mientras sus manos se aprietan. Daichi ni siquiera nota que Koshi se acerca, hasta que éste habla.
—Dime que no lo hiciste —el muchacho se congela por un segundo cuando escucha su voz antes de girarse rápidamente hacia el peligris.
Aunque no lo crean, Koshi repasó en su cabeza mil maneras de cómo podría desarrollarse la situación, imaginando distintas formas de verbalizar sus pensamientos y sentimientos con tranquilidad, pero al ver la forma en que Daichi se tensa mientras traga saliva y sus ojos se abren de par en par por la conmoción y la culpa, todo se va a la mierda.
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Todo comenzó en detención ; haikyuu múltiples shipps.
FanficSuga, Akaashi, Kenma, Oikawa, Atsumu y Suna se mezclan con los problemáticos de la escuela, gracias a esto, el drama se vuelve parte de la cotidianidad, las relaciones afloran y los oscuros secretos salen a la luz, para bien o para mal. Esta histori...