17. Un empujón.

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Atsumu suspira mientras observa fugazmente el atardecer cuando se baja del auto

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Atsumu suspira mientras observa fugazmente el atardecer cuando se baja del auto. 

Esta es una de las pocas veces que su hermano no toma el auto después de la escuela, lo cual tiene sentido teniendo en cuenta lo que sucedió en el comedor. 

Abre la puerta principal y ve a su mare sentada en la isla de la cocina, con una taza de té entre manos y un par de correos frente a ella. 

—Hola, má —saluda mientras se quita los zapatos. Cuando se acerca a ella, deposita un pequeño beso en su mejilla y ella le dedica una sonrisa cansada.

—Hola cariño, ¿cómo estuvo tu día? —pregunta su madre. Atsumu deja caer su bolso en la silla antes de dirigirse a la nevera.

—Estuvo bien, no pasó nada nuevo. Bueno, saqué 90 en mi última prueba —murmura mientras saca un refresco de del refrigerador.

—Eso es maravilloso, mi vida. Estoy orgullosa de ti —Atsumu le da una sonrisa a su madre—. No comas mucho ahora ¿sí? Pensaba en que podríamos mandar a pedir en el restaurant nuevo que está al final de la calle —el gemelo hace un pequeño puchero, pero asiente.

—Suena bien. ¿Samu ya llegó? —el muchacho sabe la respuesta, pero prefiere preguntar y fingir que no sabe nada.

—No, aún no. Esperaba que tú lo hubieras visto. No me ha avisado nada y en la mañana me dijo que estaría en casa porque era mi noche libre —su madre responde mientras clasifica los correos. 

—Estoy seguro de que llegará pronto —al menos eso espera. La mujer le da una sonrisa.

—Avísame si sabes algo —Atsumu asiente mientras toma su bolso.

—Lo haré, mamá —su voz sale ligera mientras sube las escaleras. 

Una vez en su habitación, cierra la puerta con su pie y suspira, relajándose un poco. Deja caer su bolso cerca de su escritorio, se acerca y coloca el refresco en su velador antes de tirarse dramáticamente sobre su cama. 

Se queja por lo alto sin ninguna razón en particular, solo está cansado y harto de todo el drama que rodea su vida, completamente estresado. 

Después de unos minutos, se levanta y se obliga a sí mismo a cambiarse el uniforme antes de volver a tenderse en la cama, agarrando su teléfono y audífonos para poder escuchar música y distraerse de toda la mierda. 

Afortunadamente lo hace, al menos por un momento. 

Simplemente descansó pacíficamente, tomando sorbos de su bebida a ratos mientras disfrutaba de la lista de reproducción que sonaba. 

Esa paz, sin embargo, solo duró un poco más de media hora. Pronto, un sonido del exterior llama su atención y sus ojos se abren en modo alerta. Rápidamente se levanta y se acerca a una ventana de su habitación, ve una patrulla reducir la velocidad y detenerse a un lado de su casa. 

Todo comenzó en detención ; haikyuu múltiples shipps.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora