Suga, Akaashi, Kenma, Oikawa, Atsumu y Suna se mezclan con los problemáticos de la escuela, gracias a esto, el drama se vuelve parte de la cotidianidad, las relaciones afloran y los oscuros secretos salen a la luz, para bien o para mal.
Esta histori...
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—El resto de la clase será para que avancen sus proyectos —Suga suspira aliviado y cierra su cuaderno antes de sacar su computador y demás cosas para su trabajo.
Después de todo lo que sucedió, no había hablado con Daichi desde el fin de semana, excepto por el intercambio de notas cuando se escapó junto a Iwaizumi. Fuera de eso, ni él ni Oikawa han hablado con los chicos, y no es que se hayan atrasado con su proyecto, pero Suga no pudo evitarse algo... estresado cuando vio al moreno acercarse a él con una sonrisa cómplice dibujada en su rostro.
El castaño toma asiento frente a Suga, apoyándose en el respaldo de la silla y colocando sus cosas sobre el escritorio. Suga levanta sus cejas, preparándose mentalmente para lo que sea que le vaya a decir.
—¿Te acostaste con Oikawa? —de todas las cosas que pudo haber dicho, esto es algo que no se esperaba en lo absoluto.
El peligris se congela en su lugar, porque ni en un millón de años pudo predecir esa pregunta... para empezar, porque es información que ni siquiera debería saber en primer lugar, no de otras personas, al menos. Suga lo mira fijamente, un tanto desconcertado, lo que claramente divierte a Daichi, quien simplemente se inclina hacia atrás con una sonrisa socarrona en su rostro. El peligris gira su rostro hacia Oikawa con la boca ligeramente abierta y casi podría decir que su ojo le ha comenzado a palpitar. Su amigo le devuelve el gesto con los ojos muy abiertos y una expresión de "oh, mierda". Iwaizumi suelta una risa desde donde está sentado y allí es cuando Suga nota la culpa en el rostro de Oikawa, quien patea a Iwaizumi bajo el escritorio.
—Toru... —murmura despacio y el castaño se remueve en su asiento notablemente incómodo.
—P-puedo explicarlo, lo juro —Suga se coloca de pie lentamente, dándole una mirada indiferente que hace a su amigo tragar saliva con nerviosismo, luego se gira hacia Daichi y le dedica una sonrisa gentil, que contrasta con el destello detrás de sus ojos.
—¿Me disculparías un segundo? —pregunta cortésmente hacia Sawamura, cosa que hace que los ojos de Oikawa se abran de par en par mientras se coloca de pie rápidamente— Estás muerto, Oikawa —el peligris escucha a Daichi reír mientras ambos salen del salón en una clara persecución. Si bien Oikawa es uno de los más atléticos del grupo, y notablemente más rápido que Sugawara, se queda sin energía más rápido de lo habitual, lo que le da a Koshi la oportunidad de atraparlo justo cuando estaban por llegar a las escaleras. En un ágil movimiento agarra el cuello del castaño y lo empuja contra la pared.
—Será mejor que tengas una buena explicación —Oikawa levanta las manos en señal de rendición, con su respiración más agitada de lo que debería, pero a Suga no le importa.
—Te juro que fue un accidente —el peligris le dedica una mirada incrédula porque, ¿cómo es posible que sea un tema que pueda surgir entre él e Iwaizumi?—. En serio, simplemente se me salió... —Suga arquea sus cejas antes de gruñir.
