Suga, Akaashi, Kenma, Oikawa, Atsumu y Suna se mezclan con los problemáticos de la escuela, gracias a esto, el drama se vuelve parte de la cotidianidad, las relaciones afloran y los oscuros secretos salen a la luz, para bien o para mal.
Esta histori...
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—Mátenme ahora que aún estamos a tiempo —se queja Oikawa dramáticamente mientras deja caer su cabeza sobre la mesa del comedor. El peligris suelta una pequeña risa y le frota la espalda con delicadeza.
—Solo ha sido el primer día ¿qué tan malo pudo ser? —Toru levanta la vista y observa a Atsumu incrédulo ante su pregunta.
—Mhm, veamos... —cuando se endereza, Koshi retira su mano y se concentra en comer de su almuerzo— Realmente hoy no progresamos una mierda, tampoco nos organizamos. Se esforzó la nada misma, y no paraba de fumar, lo que me estaba volviendo jodidamente loco. Juro que fracasaremos en este proyecto gracias a él y su falta de compromiso.
—Tranquilo, Kawa. Estoy seguro de que mejorará y se tomará las cosas con más seriedad —afirma el peligris y el castaño solo hace un mohín como respuesta.
—¿Y tú, Suga? ¿Qué tal? —el mencionado suspira.
—Bueno, hoy es nuestra primera reunión, así que básicamente, temo que llegue la hora —lo cual es cierto, el peligris realmente piensa que nada de esto saldrá bien.
—No creo que sea tan malo.
—Sí, al menos él no es horrible contigo —murmura Oikawa a lo que Koshi le dedica una sonrisa comprensiva.
—Oh cierto, Kaashi, casi me olvido de decirte, pero hoy no puedo devolverme a casa contigo —Keiji aparta su vista del teléfono de Kenma de manera instantánea, topándose con una mirada de disculpa por parte de Oikawa.
—¿Por qué? —pregunta un tanto decepcionado, lo cual es sorprendente ya que Akaashi siempre parece molesto o se queja de sus caminatas con Toru. Claramente a modo de broma, pero aun así les impresiona.
—Iwa-chan y yo iremos a un café después de la escuela para trabajar en el proyecto de inglés —Kenma resopla y se une a la conversación.
—¿Por qué en un café? —pregunta mirando a Oikawa, quien golpea la mesa con los dedos.
—Mis padres están organizando una reunión en casa, y él, por alguna razón, no quiere que vayamos a la suya, así que iremos a un café. Lo siento Keiji, en serio —Akaashi sale de su aturdimiento, mirando hacia arriba y dándole a Oikawa una pequeña sonrisa, ignorando la mirada de preocupación del peligris.
—Está bien, Toru, no te preocupes, no importa —Suga frunce el ceño ante la mentira descarada del ojiazul. Akaashi tiene las manos sobre la mesa, moviéndolas ansiosamente y pellizcándose los dedos cada cierto rato. Es un tic nervioso que tiene, sale a flote cada vez que su ansiedad se dispara, o cuando miente, y Suga lo nota, pero guarda silencio dejando que la conversación fluya hacia las clases de los de segundo año. Keiji se encoge en su lugar, aun moviendo sus manos con inquietud y sin dejar de pellizcarse la piel.
¿Por qué está tan ansioso?
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