Suga, Akaashi, Kenma, Oikawa, Atsumu y Suna se mezclan con los problemáticos de la escuela, gracias a esto, el drama se vuelve parte de la cotidianidad, las relaciones afloran y los oscuros secretos salen a la luz, para bien o para mal.
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Suga no sintió pánico cuando la campana sonó. De hecho, lo inundó el alivio cuando tomó la mano del castaño y caminaron hacia la cafetería. Cuando se acercaron, notó el alivio en los ojos de sus amigos.
—¿Finalmente se reconciliaron? —pregunta Atsumu mientras Suga y Oikawa toman asiento juntos.
—No, veníamos de la mano porque nos odiamos —responde Toru y Atsumu le dedica una mirada afilada que hace reír a Suga.
—Sí, lo hablamos y todo está bien ahora —Akaashi suspira.
—Gracias a Dios —Oikawa blanquea los ojos ante su reacción.
—No seas dramático.
—No hablaron durante cuatro días, no estoy siendo dramático —Toru chasquea la lengua, pero no agrega nada más—. ¿Realmente están bien? —Akaashi pregunta y Suga sonríe.
—Sí, lo prometo. Hablamos todo lo que debíamos hablar.
—No vuelvan a pelear así, por favor.
—No se preocupen. Sabemos dónde nos equivocamos y cómo llegamos a esto. No cometeremos el mismo error dos veces.
—Ustedes dos son unos malditos reyes del drama. Tengo pruebas y cero dudas —ambos chicos miran a Kenma cuando este habla.
—Cállate —responden al mismo tiempo y Kenma blanquea sus ojos.
—Lamento que haya sido tan estresante para ustedes —murmura Suga para todos, pero sus ojos se mantienen sobre Akaashi, quien sonríe suavemente.
—Sí, no queríamos ponerlos en medio. No debimos haberlo llevado al chat grupal —agrega Oikawa.
—Es mi culpa por preguntar.
—No, Kaashi. No lo es. Ninguno de los dos debió haber respondido de esa manera. Tú solo pediste explicaciones ante la situación y nosotros deberíamos haber pedido tiempo para calmarnos y procesarlo mejor antes de conversarlo —Akaashi no tiene un argumento en contra de eso, por lo que Suga continúa—. Nada de esto fue tu culpa ¿bien? Dependía de nosotros, y lamentamos haberte puesto en medio.
—Sí, Kaashi, debimos haber manejado mejor la situación. Lo sentimos —Akaashi le sonríe a ambos.
—Está bien. Lo importante es que ahora todo mejoró —Suga y Oikawa comparten una mirada cariñosa, sin darse cuenta de lo mucho que extrañaban al otro.
