Suga, Akaashi, Kenma, Oikawa, Atsumu y Suna se mezclan con los problemáticos de la escuela, gracias a esto, el drama se vuelve parte de la cotidianidad, las relaciones afloran y los oscuros secretos salen a la luz, para bien o para mal.
Esta histori...
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Oikawa se queja mientras se desploma sobre su asiento. Sinceramente, no tenía muchas ganas de que el lunes llegara.
—Estoy tan cansado que no quiero hacer esto —ante su gesto dramático, Suga se ríe suavemente.
—¿Por qué estás tan cansado? ¿De verdad fue tan horrible trabajar con Iwaizumi el fin de semana?
No tienes ni idea, pensó el castaño mientras intentaba luchar contra el rubor producto de los recuerdos de lo sucedido.
—No es eso... quiero decir, sí, es molesto, pero estoy cansado porque mi sobrino se está quedando con nosotros y es un revoltoso... Un revoltoso del que estoy a cargo cada vez que llego a casa —murmura dejando caer su cabeza sobre la superficie fría de su escritorio.
—¿Y tu hermana?
—Está fuera la mayor parte del tiempo. No me preguntes "haciendo qué" porque no tengo la menor idea. Estoy seguro de que ella y nuestros padres tienen algún secreto, así que me hago cargo de Takeru... —Suga tararea mientras Oikawa levanta levemente su cabeza— ¿Y tú? ¿Qué tal el fin de semana con Sawamura? —Suga gime ante su pregunta, lo cual hace reír al castaño.
—Me vuelve loco, lo juro —responde el peligris, pero Oikawa entrecierra sus ojos insinuantemente y Suga frunce el ceño.
—¿Qué?
—Te divertiste —dice Toru de manera sonriente. Suga blanquea sus ojos antes de echarle un vistazo a su teléfono.
—No, no lo hice —ante sus palabras, la sonrisa de Oikawa se ensancha.
—Realmente lo hiciste —Suga levanta la vista de su celular mientras alza las cejas.
—¿Cómo puedes asegurarlo?
—Me pareció ver que te alegraste cuando te pregunté al respecto —Oikawa se encoge de hombros y Suga frunce el ceño.
—¿Qué?
—Ya sabes a lo que me refiero —Suga finge que no, lo que hace suspirar al castaño—. Cuando lo mencioné, fue como... si un pequeño brillo pasara por tus ojos —el peligris blanquea sus ojos nuevamente mientras se voltea, tratando de reprimir una sonrisa, pero fracasa estrepitosamente y Oikawa se jacta de ello—. Y ahora intentas no sonreír por Sawamura —sin embargo, Suga ignora sus palabras.
—¿Crees que vendrán hoy? —Koshi cambia de tema, pero Oikawa amplía su sonrisa.
—¿Ahora te interesa si viene o no? —el peligris le lanza una mirada amenazante y murmura:
—Te golpearé, lo juro —Oikawa se ríe, pero lo deja estar mientras vuelve su mirada a la puerta.
—Más vale que lleguen, no quiero avanzar este estúpido proyecto solo —Koshi tararea pensativo.
