Suga, Akaashi, Kenma, Oikawa, Atsumu y Suna se mezclan con los problemáticos de la escuela, gracias a esto, el drama se vuelve parte de la cotidianidad, las relaciones afloran y los oscuros secretos salen a la luz, para bien o para mal.
Esta histori...
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—Osamu no sabe absolutamente nada —dice Atsumu mientras se sienta.
—¿Realmente debería sorprendernos? —murmura Kenma luego de levantar la mirada y observar a Kuroo, Osamu y Daichi unirse a los de su grupo.
—Supongo que no, todo lo que dijo es que Kuroo es el único que sabe por qué lo hizo, y cree que Daichi tuvo una buena razón —Akaashi suspira derrotado—. Oh, mencionó lo que hiciste, Oikawa —el castaño rápidamente levanta su cabeza y sus dedos se congelan mientras pela una naranja.
—¿Eh? —responde vagamente y Atsumu levanta las cejas.
—¿Por qué no nos dijiste que enfrentaste a Daichi? —los ojos de Oikawa se abren de par en par antes de suspirar y volver a lo que estaba.
—No es gran cosa.
—¿Por qué no nos contaste? —pregunta Akaashi y el castaño se encoge de hombros.
—Realmente no lo sé.
—¿Qué le dijiste? —Toru observa a Suna, debatiéndose entre decirlo o no.
—No mucho... solo le dije que realmente la cagó —responde luego de meterse un gajo de naranja a la boca... Naranja con la que Iwaizumi lo amenazó esta mañana—. Puede que nos hayamos peleado, pero lo amo, sigue siendo mi mejor amigo y yo seguiré defendiéndolo de quienes le hagan daño —dice con los ojos fijos en la fruta que está entre sus manos en lugar de observar a sus amigos, quienes comparten una mirada cómplice antes de que Atsumu hable.
—¿Alguna vez sabremos qué pasó entre ustedes dos? —Oikawa no responde, ni levanta la vista. No quiere hablar, ni pensar en ello, porque mientras más lo hace, peor se siente.
—No tienes que decirnos si no quieres, Toru —murmura Kenma y Oikawa finalmente levanta la cabeza, topándose con la mirada reconfortante de sus amigos.
—Estamos preocupados —agrega Suna y Toru se queja por lo bajo antes de dejar caer su cabeza sobre la mesa.
—Soy un imbécil —ante su quejido, sus amigos lo observan divertido.
—Lo sabemos —ante la afirmación del rubio, Oikawa se endereza para lanzarle una mirada aguda. Kenma sonríe inocentemente mientras bloquea su teléfono para poder comer el bento frente a él—. ¿Qué? Es verdad —el castaño blanquea los ojos y finalmente hace un mohín.
—¿Estás admitiendo que te equivocaste? —Suna pregunta luego de unos segundos y Oikawa suspira.
—Yo... no, quiero decir, sí, bueno, en realidad... ugh —vuelve a dejar caer la cabeza sobre la mesa—. No lo sé —su voz sale como un gemido y Akaashi frunce un poco el ceño.
—Oikawa, por favor cuéntanos lo que sucedió —Toru inclina su cabeza hacia un costado, lo suficiente para poder mirarlo—. Una pelea entre ustedes nunca había durado tanto —Oikawa suspira y vuelve a enderezarse, mirando fijamente su naranja a medio comer debido a su falta de apetito.
