110 días
Debería haberme pensado esto mejor.
El gimnasio es un sitio oscuro, iluminado por varias luces amarillas que de vez en cuando parpadean. No es porque sea un sitio peligroso, ese es el ambiente de los gimnasios en general.
El olor a cloro y desinfectante te da una bofetada cada vez que pones un pie dentro y por lo menos tardas diez minutos en poder respirar con comodidad de lo denso que esta el aire.
Daniel, o Plex, como la rápida búsqueda que he hecho en internet me ha confirmado que se llama, está a punto de llegar. No sabe lo que le espera.
Saúl se entretiene dándole puños al saco para hacer tiempo. Entre mis dedos tengo el plástico de un potito de fruta.
Pese a ser de plátano y manzana estaba bastante bueno.
—¿Cuándo venía tu amigo?—le pregunto. Me están entrando ganas de darle unas patadas a algo para desesterarme. La paciencia no es una de mis mejores virtudes.
Desde que Álvaro me introdujo en el kickboxing, he descubierto que con las piernas también se le puede dar fuerte. Y lo disfruto mucho, los moratones en mis extremidades lo demuestran.
Me estoy convirtiendo en un arma mortal.
—Ahora, se supone.—más vale.
En el marco de la puerta, aparece una sombra alta.
Por fin se digna a aparecer.
Pero no viene solo.
Agh. Como odio a estos influencers, se creen que por famosos pueden hacer lo que les dé la gana. Traerse a todo un séquito de amigos a entrenar entra en las cosas que no puede hacer Plex mientras este bajo mi tutela.
Porque me supera el estar con tantos desconocidos. Respira, Mía.
Esto es un gimnasio, no un centro de entretenimiento. Si quieren divertirse que vean una película. En el cine pasan una muy buena, se la puedo recomendar y así a mí me dejan tranquila.
—Hola.—nos saluda con un gesto. Quedó claro ayer que cuanta más distancia guarde mejor.—He venido con Jopa, es el cámara. Espero que no os moleste, pero necesito grabar parte del proceso para las redes.
Me molesta, sí.
—No te preocupes, bro.—Saúl se acerca a ellos y rápidamente les hace un tour por las instalaciones. Ignorándome, como si fuera parte del mobiliario.
Mejor.
El tal Jopa les sigue, aunque eso no impide que se le escape una mirada curiosa hacia donde estoy vendándome las muñecas.
Fus, fus esto no es de tu incumbencia.
Siempre rojas, evitan que se me estropeen de los golpes. Sobre todo, la derecha. Mi golpe imperfecto.
—Bien Daniel, ¿has boxeado alguna vez?—le pregunto cuando vuelven. Le he hecho sentarse a mi lado en el suelo, tengo que enseñarle lo básico y estoy cansada.
En lo que le esperaba Saúl me ha hecho hacer su rutina de cardio. Casi acaba conmigo. Le gusta verme sufrir, por mucho que diga que es por mi bien.
—En Tailandia.—vaya, eso no lo veía venir.
Cuna de las artes marciales.
—¿Me puedo saltar lo básico entonces?—si ya tiene idea, igual podemos pasar directamente a los puños, que es lo interesante.
A nadie le gusta recibir una lección sobre cono atarse las vendas y ponerse los guantes.
—No.—responde tras sopesarlo varios segundos.
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Vendas | Yosoyplex
FanficMía solo sabe descargarse contra el saco. Entre vendas y guantes aparece él, dispuesto a meterse en su mundo. Pero no es tan fácil cuando llevas toda la vida defendiéndote a puños. YosoyPlex - Daniel Alonso | FANFIC