27 días
Acabo por sentarme en uno de los bancos de la calle. Enfrente, a la altura de los paseantes se lee el cartel de las oficinas: "Buffete de Abogados Macías". Un curioso lugar para seguir esperando al rubio, que lleva más de quince minutos de retraso.
Es verdad que el tráfico en Madrid puede ser impredecible, pero también es verdad que en ningún momento me ha mandado el mensaje de siempre avisándome de que ya salía de casa. Si quería llegar puntual en transporte público debería haberlo hecho por lo menos hace una hora.
No lo ha hecho. No puedo creer que se le haya olvidado. Sabe que de todos los días en los que podía dejarme tirada hoy no era el adecuado.
Así que más vale que la excusa sea importante. Sobre todo porque aunque haya pedido el día libre en el gimnasio, por la tarde tengo entrenamiento con Daniel. Y si no llego a casa pronto voy a ir justa con el tema horarios.
Joder Saúl.
Pruebo a llamarle una vez más, pero me salta otra vez el contestador.
Veinte minutos han pasado ya. En realidad estoy comenzando a preocuparme. Se que me tiene en su lista de contactos de emergencia, ósea que si le hubieran atropellado o si hubiese sufrido un accidente me lo habrían dicho.
Quiero pensar.
Estoy a punto de efectuar mi tercera llamada del día, cuando el teléfono vibra en mis manos. Una llamada entrante de Daniel Alonso, ilumina mi pantalla.
¿Qué coño? Ahora si que me estoy preocupando. Yo sé que digo mucho que quiero matar a Saul pero realmente no quiero que le pase nada. Que es mi mejor amigo y sin él no sabría que hacer en la vida.
—¿Si?—descuelgo con una mezcla de preocupación y curiosidad.
—Estoy aparcado detrás tuya, súbete rápido.—no dice nada más y cuelga. Me giro, efectivamente, en la carretera el coche de Daniel esta en doble fila con las luces intermitentes.
Corro hacia el vehículo y me siento en el lugar del copiloto. Me sorprende no encontrarme a mi mejor amigo en el coche. Ahora ya si que si estoy oficialmente preocupada. Daniel no dice nada y simplemente arranca, como si le preocupara que la gente le reconociera.
Ni que me hubiera vuelto yo fea de repente.
—¿Qué le pasa a Saúl?—no me aguanto más, la ansiedad está pudiendo conmigo.
—Estate tranquila.—dice por fin el famoso.—No le ha pasado nada. Ha tenido ir a casa a Zamora, su madre se ha roto un brazo y aunque no es grave quería asegurarse de que estuviera bien.
Suspiro. Me muerdo las uñas en un gesto involuntario que no le pasa nada desapercibido a Daniel.
—¿Seguro que no es grave? Eso es lo típico que él diría para que no me preocupe. —respondo. El youtuber me palmea el muslo con cuidado, un gesto de cariño que no se con que confianza ha decidido darme.
—Te lo prometo.
El silencio vuelve a reinar en el vehículo. Por suerte, mi barrio no está muy lejos de la zona céntrica a la que he tenido que ir a hacer recados.
Sin embargo, me doy cuenta tarde de que no estamos yendo a mi casa.
—Daniel, ¿me estás secuestrando? Si está es tu forma de conseguir una cita conmigo que sepas que no va a funcionar.—su risa me interrumpe. Que habilidad tiene este chico para encontrar las cosas mas mundanas increíblemente cómicas.
—¿Siempre piensas lo peor de todo el mundo?—alzo las cejas como respuesta. Ni que hubiera algo malo en eso.—No voy a secuestrarte. Pero se me ha ocurrido la idea del siglo y tenía que pasar primero por casa.
Ah bueno. Eso es otra historia. Solo falta que me pregunte si quiero unirme a su plan o no en vez de asumir que si.
Pero no se le pueden pedir peras a un olmo.
—Y ¿cuál es ese supuesto planazo?—pregunto mientras aparcamos frente a la mansión en la que viven.
—No hace falta que te bajes, salvo que tengas especial interés en saludar a los chicos. Lo único interesante es Adri que se ha teñido las piernas de verde.—deja el coche encendido y se baja a toda prisa.
—¿Pero qué cual es el plan yosoygilipollas?—grito a través de la ventanilla, que por suerte está bajada.
—Viaje express a Zamora y así recogemos a Saúl.—mi boca hace una "O" perfecta.
¿A Zamora? Mientras el youtuber hace sus maletas o lo que sea que este haciendo, una rápida búsqueda en google me informa de que son tres horas de viaje.
¿Estoy dispuesta a hacerlo?
Es por Saúl y su familia. Cómo si tengo que ir a Panamá.
Cinco minutos más tarde Daniel aparece silvando con una mochila que deja en el maletero.
—Una breve parada por tu casa y nos vamos, amor.—pongo los ojos en blanco.
—Nadie te ha dicho que puedas llamarme así.—replico. Un par de besos. Absolutamente nada más.
Besos ardientes y que me han dejado temblando. Pero besos.
—¿Y que prefieres? ¿Cariño, preciosa, princesa, reina, mi niña...?—le corto antes de que siga con su ristra de nombres malos de los dos mil.
—Mía.
—Yo también soy tuyo.—porque está conduciendo y no es legal pegar al conductor, pero si no ahora mismo le hacía papilla.
En el camino a mi casa escuchamos éxitos España , y aunque se que el famoso presume de escuchar clásicos, tarare las letras de regatón como si saliera de fiesta cada fin de semana.
No me cabe duda de que comparte playlist de entrenamiento con el rubio. Una punzada de nervios me recorre al pensar de nuevo en mi mejor amigo. Sigue sin responderme los mensajes y aunque no sea nada serio me preocupa su falta de señal.
—Vale, tardo tres minutos.—le indico cuando repite la actuación anterior, esta vez frente a mi portal.
—Vale Mía, estaré esperándote.—me desabrocho el cinturón a toda prisa. —Siempre lo voy a estar.
Que empalagoso es, dios santo.
La adrenalina fluye por mi cuerpo, no soy muy fan ni de los planes improvisados ni de las ideas de mierda. Pero aquí estamos, corriendo a dentro de mi apartamento mientras meto un par de camisetas y pantalones a presión en una mochila.
Zamora, parece que haya vamos.
🥊
Inesperado viaje a Zamora jeje. Tengo ganas ya de subir el próximo capítulo (🫣)Espero que os haya gustado
Nos leemos pronto

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Vendas | Yosoyplex
FanfictionMía solo sabe descargarse contra el saco. Entre vendas y guantes aparece él, dispuesto a meterse en su mundo. Pero no es tan fácil cuando llevas toda la vida defendiéndote a puños. YosoyPlex - Daniel Alonso | FANFIC