9 días

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9 días

Estoy utilizando mi domingo, día de descanso, para acompañar a Daniel Alonso a grabar un vídeo de YouTube. No hace falta que diga que Saúl ha estado riéndose en mi cara por lo menos media hora cuando me ha visto dudar en el espejo sobre que ropa ponerme.

Al final he ido en vaqueros y sudadera, pero el bullying que me ha llovido por parte de mi mejor amigo va a pasar a la posteridad. Sin duda.

En realidad yo creo que le pica porque a él no le ha invitado. Ósea si lo ha hecho, pero no puede venir porque tiene que hacer un viaje express a Zamora. A su madre van a quitarle la escayola y quiere ir a verla.

Una pena.

Yo por mi parte tenía dos opciones: pasarme el día en casa dando vueltas porque quedan solo nueve días para el trece de julio o al menos hacer algo con Plex.

Estamos en plena concentración. Ahora mismo mi vida es únicamente el boxeo. Como siempre lo ha sido pero a otro nivel más extremo.

Por las mañanas ayudo con los campamentos de verano que ha decidido Álvaro que tenemos que impartir. Y por las tardes boxeo con Plex. O hacemos cardio corriendo, o condicionamiento o estrategias.

O las tres.

Así que en mis ratos libres lo único que puedo hacer es pensar y pensar en boxeo.

En realidad, nueve días son bastante poco. Creo que es eso lo que me está lanzando una vez más en una espiral de ansiedad, pensar que el temido trece de julio, que llevo teniendo meses marcado en el calendario, está a la vuelta de la esquina.

—¿En que piensas?—me pregunta mientras andamos por el circuito del Jarama. Es aquí a donde han traído el coche para que lo pueda probar de forma segura y grabar unos clips chulos.

—El trece de julio.—respondo. Sus amigos y el cámara, Jopa, están grabando planos un par de metros detrás nuestra. Si se han sorprendido de verme llegar lo han disimulado bien, pero algo me hace pensar que estaban puestos sobre aviso de que íbamos a vernos.—Es un día importante.

—Vamos a darlo todo y a demostrar lo que valemos Mía. Va a salir todo bien.—me sorprende lo mucho que confía en nuestro entrenamiento y en si mismo. Ojalá yo fuera así.

—Eso espero.—porque las cosas tienen que salir bien, hay mucho en juego para mi. Mucho más que mi reputación.

Me juego mi futuro y mi vida.

—Tú, adelantados.—nos grita el editor, Adri. Los dos nos giramos, nos hemos ido más lejos de la cuenta.—La entrada está por aquí.

—¿Tienes ganas de ver el coche?—cambio un poco el tono de la conversación.

—En realidad, tengo ganas de que lo veas tú. Creo que vas a flipar.—vuelve a sonreír. No si, de eso no se cansa.

Veremos si es capaz de impresionarme. A mi realmente lo qué más ilusión me hace son unas vendas de boxeo, no un coche.

Pero bueno, a ver con que nos encontramos.

Cuando llegamos a la pista de asfalto, me fijo en un camión rojo decorado completamente con la temática de Rayo McQueen. Cierto es que en alguna ocasión ha mencionado que le gustaba la película.

Vendas | YosoyplexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora