98 dias

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98 días

No entiendo muy bien que hago aquí. Pero según Saúl era clave nuestra presencia. No me ha dado más explicaciones, y simplemente me ha dicho que era imprescindible. Yo aún sostengo mis dudas al respecto.

Hoy es la conferencia de prensa en la que se realizan los pesajes y veremos al contrincante. Al tal Mariana ese que Plex va a derrotar en julio. A ver si las diferencias de tamaño y peso no son tan locas como parecen en las imágenes.

En el plan inicial, Saúl o incluso Álvaro iban a estar conmigo. En la realidad, ¿tú les ves por aquí? Yo tampoco.

He tenido que venir en bici, lo cual ni es glamuroso ni termina de encajar con el ambiente de la celebración. Te puedes imaginar que estoy yendo a un evento con las personas más famosas de España y Latino América en mi chatarra amarilla. Pero bueno, una no llegó al mundo millonaria.

Me ha tocado sentarme casi en primera fila, que es donde está el personal relacionado con el evento. Yo solo quiero vomitar de los nervios y vergüenza que estoy pasando. Creo que el síndrome del impostor jamás cobró tanto sentido como ahora. Todo el mundo parece extraordinariamente profesional y luego estoy yo.

La rueda de prensa está por comenzar. Llevo toda la mañana mandándole a Saúl mensajes pasivo-agresivos pero se ha molestado en recordarme que está cubriéndome en el trabajo. Como si hubiera sido mi elección, por mí que hubiera venido él y yo daba todas las clases que hicieran falta.

Así que bueno, supongo que no me queda otra que aguantarme la timidez y la vergüenza y fingir que me encanta esta situación.

—¿Tú quién eres?—me pregunta el hombre, que está sentado a mi lado.

Ni yo lo sé.

—Mía Soler.—respondo con una sonrisa, como si obviamente tuviera que conocer mi nombre. Aquí hay que fingir ser alguien, aunque seas la última mierda del escalón de abajo.

—Paconi, encantado. Soy el manager de Daniel.—se presenta.

¿Daniel mi Daniel? Ósea Plex, quiero decir.

—Creo que yo soy la entrenadora de tu Daniel.—mi voz delata mis nervios, pero una no es actriz. Hago lo que puedo.

—Ahora que lo dices, me suena tu cara. Puede ser.—se ríe el hombre. La verdad es que parece un chico agradable. Y me encanta que ninguno de los dos sepamos quien es el otro teniendo en cuenta que trabajamos con la misma persona. Dice mucho de este mundo. —Mira, es el siguiente en salir.

En pantalla aparece una foto de Plex, con cara de asesino. Pero si ese muchacho lo máximo que ha matado ha sido un mosquito, y no estoy tan segura. Seguro que le entraría pena y no sería capaz.

—Si es.

La entrevista es bastante sencilla, luego se pesan y Plex se come un pimiento picante que le deja la cara del mismo color que una señal de Stop. Tenía que habérselo imaginado, viniendo de alguien de México no iba a saber a dulce el pimiento. Le falta cultura general.

Por suerte para todos, no acaban a ostias, lo cual es un avance.

En los combates a los que yo suelo ir, no tiene por qué haber conflictos. Pero a nadie le sorprendería que se lanzara un puño y empezara una pelea. De hecho, en realidad acaba siendo bastante frecuente. Siempre me sorprende como es que yo, con mi historial, he acabado envuelta en un mundo de tanta violencia.

—No ha estado mal.—le comento a Paconi, puesto que es mi único conocido en esta sala.

—Bueno, la verdad es que con que dé para algún que otro meme valdrá, total lo que interesa es que haya cobertura mediática.—me explica. Bueno, yo soy una negada de estas cosas, así que si él dice que eso es lo que interesa por algo será. Asiento con la cabeza como dándole la razón.

Vendas | YosoyplexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora