13 días

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13 días

—Entonces, ¿mexicano o argentino? Sigo sin enterarme de donde es.—estamos sentados en el tapete del ring.

En un evento poco común, los tres hombres de mi vida y yo estamos descansando. Y no estoy de un humor de perros.

Tal vez eso sea la parte poco común.

—Mexicano, si me trajo un pimiento súper picante a la presentación. Mía estaba delante y lo puede corroborar.—recuerda Daniel.

—Mía estaba teniendo un ataque de ansiedad porque ahí había mucha gente que no conocía de nada, así que no lo puede corroborar.—respondo. Álvaro pasa una mano por mi espalda en un gesto cariñoso que no se le escapa a ninguno de los otros dos chicos.

Daniel y yo no hemos formalizado nada, pero las cosas han vuelto a donde estaban. O tal vez hayan avanzado un poco más.

El otro día me quede a dormir en su casa, al final, estábamos más cerca que de la mía. Y aunque no paso nada que cruzara la línea, la sesión de besos me dejo un par de marcas moradas en el cuello y otra encima de mi pecho izquierdo.

Por más que me molesté en cubrirlas, Saúl silbó nada más me vio en el gimnasio. Las palabras precisas fueron algo así como: parece que alguien tuvo una noche. Le saqué el dedo de en medio como respuesta.

Todo un clásico.

—Osea que en realidad, es como un ¿México contra España?—vuelve a preguntar el guiri.

—No. Es un combate de boxeo entre youtubers, y es el único que encontró Ibai más o menos de mi altura.—Álvaro le mira de arriba a abajo, aunque esta sentado, el famoso sigue siendo más alto que los demás.

—Desventajas de ser una jirafa.—me burlo. Saúl me mira con los ojos abiertos.

—Te estás tomando confianzas.—le saco la lengua como respuesta.

—Déjame tranquila, gracioso.—esa no se le escapa a Daniel, que está del mismo buen humor que siempre. Parece que ni el echo de que queden menos de dos semanas para e, combate pueden con su moral. Yo estoy ya al borde del ataque de nervios y no soy la que va a pegarse delante de miles de personas.

—Era el segundo chico más gracioso de mi clase, me ganaba uno llamado Saúl.—bromea. Al darse cuenta de que Álvaro y yo le miramos un poco con cara de sapo decide darnos contexto.—Os tenéis que ver la vuelta al mundo, no porque lo diga yo, sino para entender las referencias que hago en mi grupo de amigos.—El Moreno y yo nos encogemos de hombros, tal vez si nos paga lo hacemos. Es broma, yo he visto varios por cuenta propia, modo stalker.—El caso es que como a nadie parecían hacerle gracia mis bromas hacia siempre la referencia de que Saúl era más gracioso que yo. Y entre tanta broma al final le invite a la fiesta que hicimos del último día y salió en el vídeo y todo.

—Cierto, soy famoso yo también.—ahora que lo pienso, esta historia me es familiar. Solo que nunca pensé que a la fiesta del amigo que iba el guiri fuera la fiesta de un YouTuber famoso.

—Bro, jamás me dijiste que la fiesta era de Plex.—le recrimino a mi mejor amigo.

—¿Hubieras venido?—se sorprende Daniel. Sinceramente...

Vendas | YosoyplexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora