Entre El Cielo y El Infierno - Redención [Temp. 2]

Capítulo 11: El Tren en Seúl

Actualidad

Seúl, Corea del Sur - 6:30 am

Hoy era una mañana como cualquier otra, habían personas que iban a tiempo hacia sus respectivos destinos, como también habían otras que corrían en contra del reloj para llegar a tiempo, poder tomar el tren e ir a sus destinos finales.

Sin embargo el Clan Lee tenía otros planes el día de hoy, tenían como objetivo una cosa, dejar a un hombre de alto rango dentro del ámbito político al descubierto frente a toda la sociedad surcoreana. 

Para las personas comunes y corrientes el Clan Lee es considerada la mafia élite de Corea del Sur, pero para aquellos que eran parte del bajo mundo, saben muy bien que el imperio del Clan Lee no sólo son los territorios del bajo mundo, éstos incluso son dueños de la mafia corporativa en el mundo de arriba, tienen oficinas localizadas en distritos comerciales gracias al ingenio de su jefe, el gran Eunhyuk, a quienes aquellos hombres en busca de no caer en la miseria y seguir conservando su vida privilegiada, fueron capaces de caer en las garras de la mafia con tal de no perder sus lujos y dinero.

Pero hubo uno de estos muchos hombres, que quiso pasarse de listo con el Clan Lee, Eunhyuk sabía de primera mano las bajezas y porquerías que este hombre había hecho durante toda su vida para llegar a ser quien es ahora, y esa información le había servido a Eunhyuk para extorsionar a aquel hombre y así poder sacarle grandes sumas de dinero.. sin embargo este hombre de un tiempo para acá, venía poniendo trabas o excusas muy tontas para no pagar, e incluso la última vez, hace un par de días por no decir menos, le dijo de forma altanera a TOP, quién se encargaba de hacer el cobro, que no tenía porque pagarle ni un centavo más al Clan Lee, pues durante muchos años el Clan Lee le había sacado suficiente dinero como para vivir privilegiadamente por 10 años sin trabajar.

¡Vaya iluso! Meterse con el Clan Lee significaba firmar un contrato con el demonio, un contrato que no podía ser roto, a menos que el propio demonio con nombre Eunhyuk quisiera romperlo y dejarlo ir.

Es por ello, que Eunhyuk bajo esa aura negra y sonrisa endemoniada que ahora lo caracterizaban, había coordinado una emboscada que terminaría con aquel hombre y quién sabe tal vez hacerse de la hija de cierta rata que desde hace muchos años había dejado de oír su nombre, para tenerla como su amante hasta aburrirse. Pero era lo último que realmente le importaba, un culo más o una vagina más en su cama, no era su prioridad.

Su propio operativo empezó, cuando uno de sus hombres disfrazados con la ayuda de un programa había hackeado todas las señales de tránsito y ahora con un sólo click, provocó más de un accidente en un parpadeo. 

¿El sustento de hacer esto?.. Simple.. la hija de aquel hombre vil y asqueroso que alguna vez trató de quitarle el poder a Seungri cuándo aún éste vivía, viajaba como siempre en el auto que su padre compró con un chofer a su disposición, para trasladar a la princesa a dónde ella quería.. pero ante lo acontecido, a la chica no le quedó más remedio que bajarse de su auto de lujo y correr hacia la estación de tren más cercana o no llegaría a clases al colegio tan prestigioso al que asistía puritanamente de Lunes a Viernes.. 

- Excelente Chang.. así me gusta.. - dijo Eunhyuk por su micrófono.

- A tus órdenes jefe - respondió Chang con una sonrisa.

- Es tu turno Seunghwa - dirigió una vez más Eunhyuk.

- Objetivo identificado jefe - y dicho esto Seunghwa se dirigió hacia la ventanilla para comprar el boleto de tren, y en dónde una niña riquilla lloriqueaba porque no tenía efectivo para comprar el dichoso ticket, asegurando que sólo usaba tarjetas y que nunca en su vida había usado dinero en efectivo.

- Señorita entienda por favor que aquí no tenemos POS como para poder cobrar con tarjeta - decía el joven de la ventanilla tratando de hacer entrar en razón a la chica frente a él.

- Pero es que esto es inaudito.. no puede ser posible.. por su culpa voy a llegar tarde a mis clases y.. - más no pudo continuar hablando cuando un joven se acercó a ella.

- Disculpa ¿es tu primera vez comprando un boleto de tren verdad? - le preguntó Seunghwa con una sonrisa a aquella chica, quién sólo atinó a asentir con la cabeza.

- No te preocupes.. - pronto sacó unos billetes y los colocó en la ventanilla - por favor me podría dar dos boletos hacia el centro -

- ¿Cómo sabía que iba al centro? - preguntó de pronto aquella muchacha.

- Fue imposible no escucharte maldecir hace un momento y la rabieta que empezaste a hacer porque dijiste que no llegarías a tu exámen a tiempo, ya que tenías que ir hacia el centro - respondió Seunghwa con amabilidad.

- Joven aquí tiene 2 boletos al centro y su cambio. El siguiente por favor - expresó el muchacho de ventanilla.

- Muchas gracias - dicho esto Seunghwa tomó los dos boletos y guardó su vuelto.

- Bueno vámonos o perderemos el tren - y sin más Seunghwa tomó la mano de aquella chica y la arrastró con él hacia el interior de la estación, y en poco tiempo ya estaban subidos en el tren que iba para el centro.

- Muchas gracias, fuiste muy amable - agradeció aquella muchacha.

- De nada, fue un plácer ayudar a una chica tan linda como tú - le guiño el ojo y le sonrió a modo de despedida.

Y fue entonces que Seunghwa tomó su lugar designado dentro del tren y aquella muchacha buscó un asiento libre para sentarse.

- Todo listo jefe - confirmó Seunghwa por el micrófono.

- Que empiece la diversión muchachos.. nadie se burla del Clan Lee y mucho menos me ve la cara de imbécil - y dicho esto, Eunhyuk también subió a aquel tren que se dirigía al centro.

Pasaron algunos minutos más, el tren continuó su recorrido sin inconvenientes. Pero en el momento que el tren entró en el túnel de conexión, el caos se desató, los rieles del tren cambiaron, las luces parpadearon, el chofer perdió el control del tren y todos los pasajeros se vieron sacudidos de forma abrupta hacia adelante y hacia atrás. Todos.. menos Eunhyuk y su gente. Ahora la oscuridad dejaba ver el juego de luces rojas dentro del túnel, dando la sensación de miedo en cada uno de los presentes.. pero el silencio fue interrumpido por el sonido de una metralleta siendo disparada hacia el techo.

- Bienvenidos a la oscuridad del metro en Seúl - una voz fría, gélida y con cierto tono de maldad impresa atravesó todo el espacio.