Entre El Cielo y El Infierno - Redención [Temp. 2]

Capítulo 7: Cabo Suelto

 1 semana después

- Oye Min estaba pensando en una estrategia que podría acercarme a Hyukjae - 

- ¿Qué se te ocurrió ahora? - preguntó curioso su amigo quién sostenía un folder con información reciente sobre las últimas acciones tomadas por el clan Lee desde todos los frentes.

- Mmm podríamos.. - de pronto fue interrumpido cuando la puerta de su oficina fue abierta.

Al ver de quién se trataba ambos se pararon de sus asientos haciendo una leve reverencia a modo de saludo hacia la persona que acababa de hacer acto de presencia.

- Hola chicos, ¿cómo van con el caso del Clan Lee? ¿Alguna novedad? - preguntó Kangin con una sonrisa.

- Justo estaba por compartir con Min una estrategia que se me acababa de ocurrir, creo que podría ayudarme a acercarme al Clan y probablemente tener la oportunidad de tener frente a frente a Hyuk - explico el castaño de forma animada.

- Muy bien Lee, me gustaría escucharte.. - indicó Kangin mientras tomaba asiento al lado de Minhyuk.

- Bueno la idea que tengo es.. - y una vez más se vió interrumpido cuando la puerta fue abierta nuevamente.

- ¡Oigan! Están reunidos y ¿no me invitan? Yo también quiero saber que novedades hay.. dime querido Donghae, ¿puedo ayudarte en algo? - dijo Hangen con una sonrisa cerrando la puerta y acercándose hasta el escritorio.

- Hangen es la segunda y la última vez que te lo digo.. - Donghae se acercó peligrosamente hasta quedar cara a cara con Hangen - .. no vuelvas a entrar a mi oficina de ésta manera sin antes tocar la puerta y escuchar que YO te DE MI consentimiento para que ingreses. Y ésta es una reunión privada en la que no requiero tu presencia - la voz fría y amenazante del castaño le quitó la sonrisa de la cara al visitante.

- Vaya Jefe Lee, se nota que el cargo de jefe tiene tu ego por las nubes.. pero sabes que.. disfruta todo lo que puedas del cargo que ocupas porque muy pronto.. ¿quién sabe?.. los papeles podrían invertirse y yo podría ser el nuevo jefe de operaciones especiales en todo Corea del Sur y lo primero que haré, será pedir tu baja de la milicia y refundirte en una celda, por ¿traición tal vez? - volvió a sonreír de una manera peculiar que a Donghae no le dió buena espina.

- ¿Traición? Ja.. no me hagas reír Hangen.. haz lo que quieras pero te aseguro que no caeré en tus estupideces.. - aclaró el castaño, retándolo con la mirada.

- Hangen retírate, tu presencia no es necesaria, ya te lo indicó el Jefe de Operaciones Especiales. Y si no tienes nada que hacer, bien puedes ir a hacer tus maletas y regresarte a China, que bien sabes que ya pidieron tu presencia allá en cuanto estés libre de responsabilidades aquí, y por lo que sé, desde hace 2 semana que no tienes nada que hacer - puntualizó Kangin con seriedad y cierta advertencia en la voz.

De pronto la puerta fue abierta una vez más.

- Hangen ya escuchaste a nuestros 2 jefes, así que si nos haces el favor de liberarnos de tu presencia - dijo de pronto Minhyuk mirando serio al susodicho.

- Me dan risa.. por más que quieran alejarme de aquí, no lo lograrán. Y tú Lee, no te creas el todopoderoso porque tienes a más de uno lamiéndote las pelotas, pronto sabrás de lo que soy capaz - y dicho esto se retiró de aquella oficina.

Donghae no quería perder los estribos, pero ya no soportaba a Hangen, siempre le insinuaba cosas de este tipo en cada oportunidad que tenía, siempre lo amenazaba con que tomaría su cargo, con que incluso lo acusaría de traición.. acaso.. acaso ese imbécil ¿sabía de su pasado con Hyukjae?. De pronto su cabeza comenzó a doler, llevando sus dos manos a cada lado de su cabeza.

- ¡Donghae! ¡Donghae! ¿hijo qué tienes? - escuchaba la voz de Kangin hablándole.

- Mi cabeza.. aaahhh.. me duele mucho.. aaaahhhh.. - no sabía porqué últimamente durante los últimos 7 días, cada vez que Hangen lo estresaba con amenazas e insinuaciones, la cabeza le dolía de un momento a otro.

- Minhyuk corré a mi oficina, trae las medicinas que están en mi primer cajón.. ¡Corre! - gritó Kangin.

Minhyuk corrió como alma que lleva el diablo a la oficina de su jefe, hurgó en el cajón indicado y al encontrar las medicinas corrió en nueva cuenta hacia la oficina de Hae. Sólo que al entrar, sus pies chocaron con la pata de la silla cayéndose sobre la alfombra del piso y el frasco de la medicina se fue rodando por debajo de la mesa del escritorio. A lo que rápidamente se levantó y gateo hasta tomar el frasco pero al levantar la mirada, sus ojos captaron algo que llamó su atención.

- Minhyuk la medicina - la voz de Kangin lo distrajo por un momento, le entregó en sus manos el frasco, para que Kangin pudiera atender a Donghae.

Mientras Minhyuk, se metió un poco más debajo del escritorio de su mejor amigo y entonces quitó aquel pequeño aparato que se hallaba debajo del escritorio.

- Jefe.. - llamó Minhyuk a Kangin, quién ya había ayudado a Donghae a tomar la medicina que le ayudaría con el dolor de cabeza.

Pero al voltear hacia Minhyuk, tanto Kangin como Donghae miraron extrañados el pequeño aparato que se hallaba en la mano de Minhyuk.

Los 3 al ver detenidamente el aparato se dieron de cuenta de que éste, se trataba de un micrófono a distancia.

Minhyuk rápidamente desactivó el aparato entre sus manos.

- ¿Desde cuándo ha estado ese micrófono ahí? - preguntó Kangin con severidad.

- No tengo idea, pero.. ¿quién puso esto aquí y porqué? - preguntó Minhyuk ahora.

- Hy-Hyukkie... - la voz lastimera de Hae llamó la atención de los otros dos - .. todo este tiempo.. - las lágrimas se agruparon más en sus ojos y el nudo formándose en su garganta no querían dejarlo decir más.

- ¿Qué sucede Donghae? - preguntó Kangin asustado, viendo al chico castaño aún entre sus brazos.

- E-Ese micrófono es.. es el cabo suelto.. - y dicho esto Donghae se desmayó en los brazos de Kangin.