Capítulo 30: Encuentro (II)

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POV Hyuk

Definitivamente soy un imbécil, nuevamente tuve la maldita oportunidad de acabar con él. Es más si lo hacía, nadie se daría cuenta y con un poco de suerte hasta encontraban su cuerpo recién el día de mañana.. pero nooo.. ¡Tenía que salir huyendo como alma que lleva el diablo de ese estúpido balneario!.

- ¡¡AISH!! ¿y si regreso? - pero qué demonios.. no puedo perder mi tiempo con esa escoria.

- Ódialo Hyukjae.. eso es.. Ódialo y deséale todo lo malo, feo, negro, absurdo, horroroso, grotesco y negativo del mundo a ese.. ese.. - golpeo el timón de mi auto con ira - ¡aish!.. a esa porquería - reniego conmigo mismo y soy consciente que si los chicos del Clan me vieran en este momento, me dirían que estoy volviéndome loco.

- Pero todo es su culpa.. es su maldita culpa, ya no lo amo, ahora lo odio y para la próxima no se va a salvar, claro que lo voy a matar, es más voy a cortarlo en pedacitos, una parte se las lanzaré a los tiburones, otra parte las iré a esparcir por el casco sur del planeta en Groenlandia para que se pierdan en las profundidades marinas en ese mar helado de puro hielo y así sus células se congelen y mueran lentamente, y otra parte la quemaré y sus cenizas serán tiradas al río, y otra parte al desagüe, si eso haré.. se merece eso y más, pero antes lo haré sufrir, lo voy a torturar, lo voy a electrocutar, le arrancare uno a uno primero las uñas, luego sus dedos, luego cabello por cabello, luego miembro por miembro, y es más le sacare los ojos, la lengua y así lo iré destripando - 

Y ando tan ensimismado, hasta que el sonido de un claxon me espanta y me hace gritar como nena - ¡AAAAHHH! -

- ¡Carajo! Ya voy.. ya voy.. - arranco el auto nuevamente y conduzco hasta llegar a mi destino. 

- Hyukjae concéntrate en tu objetivo que es ese jefe de pacotilla - me digo a mi mismo, respiro profundo, me acomodo la ropa, mi cabello y ahora si.. camino con ese porte tan mío que sé que hasta Lucifer retrocedería con tan sólo verme.

Toco la puerta y espero un momento.

Nada.

Vuelvo a tocar una vez más y espero nuevamente un momento.

Nuevamente.. nada.

La luz de adentro está prendida así que ese hijo de puta debe estar ahí dentro. Retrocedo un poco, me enfoco y de una patada abro la puerta, reventando la chapa en el proceso, pero me importa muy poco. 

Entro a aquella pocilga, porque fachada de casa sólo por fuera. Ya que al entrar lo primero que veo son 2 sillones que se ven del asco, con manchas, algunas ropas sucias tiradas encima de éstas, una mesa de centro con un cenicero que está lleno de colillas de cigarros, y se nota que la droga aquí abunda, pues la mesa ni siquiera la limpian, y como si fuera una broma de mal gusto, tiene un jarrón con flores marchitas, y alguna planta amorfa que más que viva, parece que está en estado de putrefacción, el agua que contiene el jarrón está toda mohosa.

- ¡Que asco! ¡Guacala! ¿Acaso no conoce lo que es la limpieza? - no puedo evitar poner mi cara de asco pero es que enserio, ¿cómo puede vivir en un lugar así?.

En fin saco mi arma y voy recorriendo cada espacio de la casa. Y justo cuando estoy empezando a creer en que realmente no hay nadie en este lugar, voy al último espacio de la casa, el cuarto y al entrar, lo que veo evoca ciertos recuerdos del pasado. Así que sin pensarlo, disparo contra la lámpara al lado de la ventana, logrando asustar a aquel cerdo asqueroso que se hallaba desnudo a punto de ultrajar a una chica que no debe pasar de los 16 o 17 años, a leguas se nota que está drogada o adormilada con algún somnífero, porque el sonido del disparo no provocó ninguna reacción en ella.

Entre El Cielo y El Infierno - Redención [Temp. 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora