Después de la interminable cena, me meto en el coche seguida de Halliwell y David, en silencio. No he dicho nada en todo el camino, y sé que los dos se han dado cuenta, aunque agradezco de verdad que no me pregunten sobre eso.
Me siento en el asiento de atrás como siempre, en silencio. Estoy más callada de lo habitual, y David parece no poder contenerse y se dirige hacia mí, desde el asiento de co-piloto. Halliwell se encuentra a un asiento más a mi lado, su lugar de siempre, en silencio, mirando al frente. Su profesionalidad es incuestionable a pesar de ser tan joven, sin duda.
- Stephanie, ¿segura que estás bien? - pregunta.
- Sí. Por favor, quiero volver a casa. Estoy cansada - contesto.
Veo cómo Peter asiente desde el retrovisor interior, y apoyo la cabeza en la ventana. Es verdad: estoy cansada y quiero volver a casa. Tengo muchas cosas que pensar.
*****
Al día siguiente, Dorothy toca en la puerta de mi habitación suavemente aunque aún así, me despierta. Abro lentamente los ojos a la vez que me incorporo y me siento desde mi cama.
Se acerca a mí y me deja un vaso de zumo de naranja en la mesita y me sonríe.
- Buenos días, pequeña Steph - dice amablemente, lleva llamándome así desde niña -. Mira esto.
Frunzo los ceños y me da una revista. Doy un último pequeño sorbo al zumo y cojo la revista. En la portada salgo yo, saliendo del restaurante del que cenamos ayer, mirando al suelo, y de fondo se ve a David.
Abro la revista y busco la página en el que sale el reportaje sobre mi familia. En el titular pone Cena privada en el prestigioso Restaurante Otto: ¿Posible fusión de empresa o reunión matrimonial?
Al leerlo casi se me salen los ojos. ¿Quién podría saber eso? ¿Cómo es que la prensa es tan entrometida y estúpida para publicar meras especulaciones?
En resumen, el artículo cuenta nuestra velada vista desde fuera: que llegué a la cena a las ocho, que fui sola y acompañada de dos guardaespaldas; que sólo pudieron sacar unas fotografías de la heredera de la empresa (yo) hablando con el señor O'Donnel y unas con mi padre, pero que ni rastro de mi novio (y supuestamente futuro prometido), el codiciado y deseado Daniel O'Donnel.
Se me olvidó el pequeño detalle de que cuando comenzamos a salir, se hizo público en todo el mundo debido a que los dos somos los herederos de las empresas de nuestras respectivas familias y ambas empresas son muy prestigiosas en el mundo.
Genial, más presión con el que aguantar.
Dejo la revista a un lado y me apoyo en el respaldo de la cama, cerrando los ojos. Menos mal que es Sábado, no hay clase y sólo tengo que ir a trabajar por la tarde.
Dorothy me da un beso en la mejilla en un intento de tranquilizarme y luego se va. Miro el sobre con la noticia de que he conseguido la beca.
¿Lo acepto? ¿Hago la locura?
Y sí. Lo hago.
*****
Al salir de trabajar, David no me espera desde el coche, sino que me recoge nada más salir de la tienda. Estoy alterada.
- ¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
Me rodea los hombros y me dirige hacia el coche. Me meto inmediatamente y me abrocho el cinturón.
- David, ¿me puedes decir...?
- Ha habido una explosión en la oficina de tu padre - contesta, frenético.
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Glamour © [Editando]
Teen FictionStephanie Moore. 18 años. Hija de papá. Destinada a tener éxito. Fama, dinero, lujo, fiestas y de la alta élite. Elliott Halliwell. 19 años. Barman. De estatus medio. Esfuerzo, humildad, logros y trabajo duro. Su origen y su estatus no le paran de s...