Glamour © [Editando]

Capítulo 20

- ¡Pero qué pedazo de guarra estás hecha!

Aimee me grita emocionada desde el Skype. Echaba de menos a mi mejor amiga y más poder hablar con ella. Es verdad que la presencia de alguien es muy diferente a tenerlo por Skype, pero de alguna manera lo hace más llevadero.

- ¿Y ese novio tuyo nuevo que he visto que lo dices a los cuatro vientos en todas tus redes sociales? - le pregunto yo esta vez - Nunca has tenido un novio serio. ¿Qué hace diferente a este de los demás?

Aimee sonríe tontamente. Está claro que lo quiere de verdad porque nunca antes ha hecho público alguna relación... siempre ha tenido líos de una noche y nada más.

- Leo es fantástico - comienza a relatar -. No me dio nunca por sentado. Quiero decir, los demás tíos eran todos unos groseros que iban a lo que iban y sin embargo Leo... con él puedo hablar de todo. Literalmente. - sonríe, probablemente recordando alguna conversación -. No me vio como una chica fácil y él es muy respetuoso conmigo. Lo quiero muchísimo, Steph.

Mientras mi mejor amiga me pone al día con sus cosas, pienso en cuánto me alegro de que a ella al menos le vayan bien las cosas. Mi vida es muy impredecible y nunca sé qué pasará después, aunque pienso que eso es el atractivo de todo.

- Romeo ya está ahí, ¿verdad? ¿Os habéis visto? - pregunta de repente con una sonrisa malévola.

- ¿Romeo...?

- Elliott, tonta.

Frunzo el ceño en cuanto me lo aclara, además de que lo ha llamado por su nombre. Yo ni siquiera lo llamo por su nombre.

- ¿Elliott? - repito - ¿Desde cuando lo llamas por su nombre?

- No lo sé, ¿desde siempre? - contesta distraídamente.

No respondo. No sabía que ella le llamara así. Yo siempre le había llamado Halliwell.

- Cuando hablamos - dice haciendo que deje de pensar por un momento volviendo a la realidad - le llamo por su nombre. ¿Tú no haces eso?

- No. Espera, ¿habláis?

Ella se ríe y asiente con la cabeza.

- ¿De qué habláis? - insisto.

- Ay, Steph, yo qué sé. Los temas varían. No es como si hablásemos a todas horas.

Ahora entiendo por qué me mandó aquel mensaje sobre Romeo hace unas semanas. Justamente, ese día, fue cuando vi a Halliwell (O Elliott... O Halliwell) esperándome fuera de la Facultad.

Por mucho que insisto, no puedo sacarle más información a Aimee sobre sus conversaciones con Halliwell. Se ha cerrado completamente en banda y no sé a qué viene tanto secretismo...

Pero quiero saberlo.

******

Halliwell y yo vamos juntos cada mañana a la facultad. Su Universidad está a unas calles de la mía, y me sorprende la naturalidad con la que hablamos. Parece como si la tensión que había entre nosotros ha desaparecido y estoy más cómoda con él. No sé si será la magia de Londres, pero parece que en esta ciudad discutimos menos. Y parece que no es mi guardaespaldas.

Estamos ya en frente de la puerta de mi facultad y él está a punto de despedirse como siempre cuando le pregunto:

- Oye, Halliwell...