Capítulo 33

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Mi cabeza sólo puede repetirse una pregunta una y otra vez: que está haciendo mi madre y Daniel en la misma sala. Y más aún, en la París Fashion Week.

Siento una presión repentina en el pecho, y de repente veo todo a cámara lenta: veo como la mujer sentada a mi lado está comiendo algo a escondidas de su bolso y cómo su acompañante de al lado se aplica pintalabios rosa. Daniel y Cassandra no se dan cuenta de mi presencia, pero hablan.

¿Cómo es que ellos se conocen? Cuando él y yo estábamos aún juntos, le hablé de la situación de mi familia y él, mejor que nadie, sabía que yo no tenía contacto con mi madre desde que nos dejó.

¿Por qué ahora están en frente mía charlando como si se conocieran de toda la vida? ¿Es esto algún truco para hacerme sentir peor de lo que me siento? Ellos parecen no saber que estoy en la misma habitación, porque ninguno ha girado la cabeza en mi dirección.

Realmente sólo quiero esconderme bajo una roca y no volver a salir de ella.

*****

Cuando el evento de por finalizado, mi objetivo es conseguir que algún diseñador esté interesado en mí y coja mi portofolio de diseños. Me falta mucho aún para graduarme, pero quiero estar segura en cuanto lo haga para conseguir meterme rápido en el mundillo y no sufrir tanto después.

Sé que es una oportunidad milésima de que me pase, pero con tal de que cualquiera de los diseñadores los cuales han conseguido sacar a la pasarela sus diseños se lleven a su casa uno de mis portofolios, yo ya moriría en paz.

Reconozco a un diseñador al que he seguido durante años: Archie Nelson. Es literalmente uno de mis ejemplos a seguir en este mundo, aparte de que sus diseños son considerados como el picasso de la moda del siglo XXI.

Me relamo los labios, me arreglo el pelo y me sacudo la camisa que llevo junto a mis pantalones de cintura alta negros. Tomo un largo respiro e ignoro cómo me duelen realmente los pies por los tacones planos que llevo. Desafiando a la gravedad, claro que sí.

Me acerco a él, con paso lento y aunque esté rodeado de cámaras y gente preguntándole de todo, justo se da la vuelta en mi dirección y ve como alargo la mano con intención de estrechársela.

—Me llamo Stephanie Moore, estudiante de la Royal College of Arts en Londres—me presento y él aparta la vista la periodista que está haciéndole preguntas.

Al principio me entra miedo, porque en cuanto posa su mirada en mí me repasa rápidamente de arriba a abajo de manera no muy descarada y con una expresión de incredulidad y los ceños alzados. Finalmente me estrecha mi mano que lleva tendida por lo menos por diez segundos que me han parecido eternos.

—Habla, querida—contesta simplemente y puedo jurar que estoy sudando la gota gorda. Nunca he estado más nerviosa de lo que estoy ahora.

—Realmente soy una seguidora nata suyo, y llevo siguiendo su carrera desde que tengo ocho años y su manera tan ilógica pero ordenada de combinar y crear ropa en la pasarela es tan brillante que podría...

Él parpadea unos segundos sin decir nada, y la que parecía su representante (que está situada detrás de Archie Nelson) me hace señas de darme prisa y yo me estoy alterando.

—Uh, lo que quería pedirle es que pudiera llevarse mi portofolio de bocetos... es decir, comprendo que debe de estar muy ocupado y también entenderé si no le echa un vistazo pero realmente significaría el mundo entero para mí si usted...

Él da un paso, cierra los ojos y sonríe forzadamente. Yo me quito un hilo de sudor que me cae en una parte de la cara y agradezco de corazón el fijador maquillaje, ya que seguro que sin ella, estaría hecha un completo desastre... más de lo que estoy, en realidad.

Glamour © [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora