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Patrick

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Patrick...

Por culpa del maldito divorcio tuve que cancelar un contrato importante para mi, uno que si perdía iba a costarme mas de 120 millones de dólares. Todo por un capricho de mi esposa, la cual desde hacia meses actuaba como una jodida niña mimada, una que seguramente, se encontraba haciendo una rabieta para llamar mi atención.

La situación se repetía como un año antes, donde después de no haber respondido a sus incontables llamadas una noche que estaba con unos socios. Ella me presento los papeles de divorcio. Tuve que dejar todo de lado por casi una semana y demostrarle que era lo unico para mi, haciendo que se arrepintiera de aquello y rompiera dichos documentos. 

Al inicio de nuestro matrimonio, Fiorella era quien venia de cuna de oro pero luego de que mi empresa de armamento cobro renombre. Comencé a ser quien tenia mas patrimonio, cada vez mi agenda se volvía mas apretada pero ella siempre estuvo allí para mi. Las llegadas tarde a casa, algún que otro aniversario olvidado pero remunerado con un regalo extravagante se volvieron moneda corriente en casa. 

Aquella mujer nunca dijo nada, ni una sola vez. Poco a poco, aquellos ojos que me miraban con amor, perdieron su brillo. Jamás lloro, ni cuando vio una foto con una socia en la que ella me abrazaba muy de cerca pero la cual no pude rechazar debido a la gran inversión que iba a recibir de su parte. Poco después de que firmara, como estaba planeado, deje que mi asistente se encargara de tratar con ella. 

De camino al estudio de abogados, Jack me paso una tablet con el horario reorganizado del día. -¿Qué dijo el señor Walts?- 

-Él entendió la situación y dejo expresada su palabra de animo hacia que todo se resolviera con la señora, jefe- 

Asentí, revisando nuevamente todo. -Ella solo quiere algo de mi atención ¿no lo crees?- 

Él hombre a mi lado, dudo pero respondió -Claro señor- 

-Seguro vamos a hablar y luego de que le de un regalo bonito, volverá a casa conmigo-

-Seguro señor- 

-¿Qué crees que pueda darle?-Saqué mi móvil y entre a la pagina de joyería donde había comprado varios presentes para ella, anteriormente. Mientras revisaba, volvió hacia arriba. Centrando mi atención en un bonito y lujoso collar de oro, con diamantes y esmeraldas incrustadas. Aquellas piedras verdes, me recordaron a sus hermosos ojos. Sin dudar, ni siquiera viendo el precio lo pedí. 

-Déjame en el estudio y ve a recoger un paquete a la joyería, es un collar de oro- 

-Señor...-se quedo con las palabras en la boca.

-Jack, se me hace tarde. Estaré a mas tardar en una hora en la empresa- 

Jack frunció el ceño, como si quisiera decirme algo, pero simplemente se limito a asentir. El automóvil se detuvo frente al edificio donde funcionaba un estudio jurídico bastante famoso y el chofer bajo a abrir mi puerta. 

El Precio de tu CariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora