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Patrick

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Patrick...

Al parecer todos mis esfuerzos habían dado sus frutos, por fin. El lunes siguiente a la fiesta de ex alumnos, recibí una carta en el trabajo de la corporación hotelera a cargo de la familia Lart expresando sus disculpas. En la nota hacia parecer que había sido el propio Hugo quien la escribió. Pero sabía que no era ese el caso, ya que ese hijo de puta tenía una caligrafía horrible y la letra del papel era demasiado linda para pertenecerle.

Arrugué el papel, lanzándolo al basurero mientras Jack me observaba parado frente a mi escritorio. Negó con la cabeza ante mi acción mientras soltaba un suspiro —Debíamos responder, señor

—Diles que lo acepto, pero si ponen una gran disculpa en modo de compensación económica por faltarle el respeto a Fiorella. Que la disculpa sea pública, ese papel— señale el cesto —me lo paso por el culo.

—Todo yo. —murmuro quejándose —solo lo hare, porque vi cómo le sacaba los dientes ese hijo de puta.

Asentí orgulloso —en otra vida debí ser odontólogo.

El hombre frente a mi soltó una carcajada, para luego volver a una postura "formal" cuando Marcel apareció en el cuarto. El abogado nos observó a ambos, chasqueando la lengua —No sé si sentirme contento o asustado al verlos reír juntos.

Se acomodó en la silla frente a mí.

—Buenos días a ti también, Marcel —le sonreí ladinamente.

—Ay no, no pongas esa cara. No quiero ir al tribunal, renuncio.

—¿Qué cara? —enarque una ceja.

Levanto la mano señalando mi rostro —esa que pones cuando haces algo y luego debo salir a negociar un trato.

—Te juro que me he portado muy bien, ¿cierto? Jack.

El secretario con un rostro totalmente serio respondió —Absolutamente, el jefe ha tenido un comportamiento excelente. Estimado abogado.

—Debiste ser actor, Jack ¿no te lo dijeron —Marcel rodo los ojos.

—Lo escucho a menudo, pero la verdad es que no se me da eso de los escenarios. Tengo pánico escénico.

—Pánico escénico te voy a dar... —suspiro nuevamente —bueno a lo que venía. —Saco un sobre de su portafolios —este es el acuerdo que me pediste que hiciera para disolver la unión con la empresa Fernand. Te pido que lo revises y me digas que te parece.

—De acuerdo —asentí tomando el material —¿cómo vamos con la investigación sobre la loca?

—Tengo a los mejores en eso, pero al parecer se calmó cuando mi chica le arranco un par de extensiones. —al ver lo que había dicho, me tape la boca con ambas manos.

—¿Qué? —Marcel se asombró. —Fiorella hizo...

—No pasa nada —desestime mis palabras —sabes cómo es ella. Solo divagaba.

El Precio de tu CariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora