Patrick...
Terminamos tan agotados que luego de cubrirla con una manta, nos fuimos directo a la cama. Rell se quitó la ropa como pudo para luego meterse en la cama sin pensarlo. Por mi parte, decidí buscar un bóxer y luego de darle un vistazo corto a nuestro hijo para ver si seguía bien, regresé a su lado.
Al sentir mi toque, ella se volvió hacia mi acurrucándose en mi pecho mientras la abrazaba —descansa, princesa. —acabe cayendo en un sueño profundo con el sonido de su corazón, respiración lenta acompañado del ruido de las olas de fondo.
Extrañamente alguien toco la puerta del cuarto cuando expresamente deje claro que no debían molestarnos y que nos íbamos a levantar tarde. Me gire aun con un brazo apresado por la cabeza de Rell, quien dormía plácidamente.
Observe el reloj digital que marcaba solo las 6 de la mañana, el sol fuera también indicaba que ya era de día, pero me pareció raro que alguien del servicio llamara tan temprano. Con sumo cuidado pude sacar mi brazo y mientras me levantaba estirándolo, tratando de disminuir el hormigueo abrí la puerta, un poco molesto —¿Qué pasa?
La cara de Alejandro mostraba pena y preocupación —disculpe la hora, pero tenemos un problema.
—¿Qué ocurre? —me gire a verla cuando escuche un gemido de su parte, pero solo se había volteado hacia el otro lado.
—Hay un helicóptero que aterrizo, pero no pudimos hacer nada ya que venían sus amigos.
—¿Qué amigos?
Saco su móvil, mostrándome una pantalla. Allí se reproducía a Jack, Elisa y Brian quienes bajaban de una aeronave con maletas. La hija de perra miro a la cámara y sonrió de costado mientras sacaba el dedo del medio.
—Lancen un disparo de advertencia, que se vuelvan por donde vinieron. —cerré detrás de mí. Regrese a mi lugar, abrazándola nuevamente.
Quise volver a dormirme, pero como si fueran la puta parca que venía por mí, no pasaron muchos minutos hasta que comencé a oír sus voces desde fuera seguido de bocinazos.
Fiorella se removió de nuevo, entreabriendo los ojos mientras fruncía el ceño —¿Quién es? ¿Qué pasa?
—Nada cariño —bese su cabeza —vuelve a dormir, seguro es quien trae los comestibles. Iré a sacarlo pronto.
—Está bien —sonrió cansada. No la culpaba, había agotado su cuerpo y merecía descansar.
Me vestí con algo cómodo y salí del cuarto ya de malhumor, pasé por la alcoba de mi hijo y por suerte él tampoco había despertado. Luego me dirigí hacia la planta baja ya listo para echarlos a patada de la isla.
Alejandro estaba en la puerta y me vio de manera nerviosa —lo siento señor... salieron corriendo y robaron un coche.
—No te preocupes —lo calme tocando su hombro —dile a seguridad que me ocupare de ellos. —antes de salir fui a mi oficina y tomé un arma que tenía guardada, la primera que producimos en mi empresa. La coloqué en mi cintura baja y decidí salir.
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El Precio de tu Cariño
Romance¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho? Dinero, fama, éxito.. O tal vez... ¿nuestra propia vida? Fiorella se perdió por darle todo a Patrick, Patrick perdio a Fiorrella por quererlo todo..