21

16.2K 1.6K 158
                                    

Patrick

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Patrick...

Tener que despedirme de Rell y mi hijo me resulto de las cosas más horribles de mi vida. No quería hacerlo, pero debía volver a la empresa para acomodar algunos asuntos y por fin, poner manos a la obra en el contrato que tenía relacionado a la empresa de esa perra que había jodido mi vida.

Rell tenía en brazos a Ethan mientras me despedía de ellos dos, me incline y bese la cabecita de mi hijo –te veo más tarde mi niño- mi rostro se distorsiono con la idea de sacarlo de mi vista.

-Estará aquí- ella me tranquilizó - o quizás esta conmigo en la pastelería, puedes pasar si quieres-

-Pasare, a la hora del almuerzo-

-Está bien- asintió.

Me di la vuelta para caminar hacia la salida cuando escuché sus pasos detrás de mí. Me gire por unos segundos viéndola –¿qué haces? -

-Vamos a despedirte- ella tomo la manito de Ethan –cierto amor, despediremos a papi que se va a trabajar. -

Sonreí negando, volví sobre mis pasos hasta ella –No salgan, hace frio. -tomo la decisión imprudente de robarle un beso –los veré en el almuerzo-

Rell se veía completamente roja, avergonzada –yo...-

-Los veo en el almuerzo, papá se va-

Deje su residencia en el coche en el que había venido Jack con el chofer. Llevábamos unos minutos en la carretera cuando me gire a verlo -¿Lo sabias?-

Se volteo a verme sin ninguna pizca de arrepentimiento –Si-

-¿Desde cuándo?-

-Siempre, lo supe desde el principio señor-

Apreté los puños controlando la ira que comenzaba a consumirme, sus ojos me observaron de arriba hacia abajo analizando cada una de mis expresiones -¿Me quiere golpear?-

-Jack, no pases la raya-

-Usted no se pase, ya lo dejé pasar una vez. Dos no voy a hacerlo-

-¿Me estas amenazando?-

-No- negó –soy su empleado y le tengo respeto. Lo único que digo es, no entre a la vida de alguien si no sabe lo que conlleva eso-

-¿Quieres que me aleje de mi hijo?-

-Jamás pediría eso, solo le pido que no la lastime más-

La conversación acabo allí ya que habíamos llegado a nuestro destino. Bajamos del coche y entramos al edificio, como siempre, esa chica apareció corriendo de algún lado extraño. Esa vez se había vestido extrañamente diferente, demasiado vulgar para trabajar en mi empresa.

La observe por unos segundos, lo que hizo que sonriera haciéndose una idea equivocada de mi accionar. Continué mi camino hacia mi oficina ya que no había tiempo que perder si quería iniciar con todo lo que había maquinado. 

El Precio de tu CariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora